Es evidentemente que esta entrada va de broma, pero como no me acordaba que tenia este chiste cuando trate el tema de las parafílias, he decidido enviarlo en una entrada especial.
Lo cual me da pie a hacer un poco de reflexión "soto voce" sobre las cosas que nos podemos encontrar si algún día llegamos a trabajar como especialistas en sexología. No cabe duda de que es como todo en la vida: algunas cosas más fáciles y algunas cosas serán más difíciles. La cuestión estará en ver el grado de comunicación que tiene nuestro paciente con su amante, en este caso la pelota. Menos mal que en este blog no hacemos las cosas desde una perspectiva freudiana, de momento porque a veces me entran tentaciones, que si no el tema de la pelota de este chiste nos daría juego.
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