Las Infecciones de Transmisión Sexual son conocidas desde la antigüedad, fueron asociadas a los amores prohibidos, y hasta la Segunda GuerraMundial constituían un reducido número de enfermedades infecciosas formado por la Sífilis, Gonorrea, Chacro Blando, Linfogranuloma Venéreo y Donovaginosis o Granuloma Inguinal.
Sus características básicas permitían definirlas como enfermedades causadas por agentes adaptados a las estructuras genitales humanas que por lo menos en las fases iniciales, determinaban síntomas o signos en la esfera genital y estaban relacionadas con la promiscuidad sexual y prostitución, siendo predominante en el sexo masculino principalmente en el grupo de los 20 a 30 años y en la clase de menor condición socio-económica.
En los años 400 A.C., el médico griego Hipócrates decía que la gonorrea resultaba de la indulgencia excesiva de los placeres de Venus. Debido a que Venus era la diosa del amor, estas enfermedades fueron llamadas Venéreas.
La incidencia de las Infecciones de Transmisión Sexual, las enfermedades contagiosas más frecuentes en el mundo, aumentó de modo progresivo entre los años 1950-1970, pero en sentido general se estabilizó en la década de los 80.
En 1982, unos médicos de San Francisco, California, comenzaron a notar que paciente homosexuales estaban presentando un síndrome que nunca habían visto, que les bajaba la defensa fuertemente a personas jóvenes; el mundo empezó a notificar casos del VIH/SIDA, convertido en una pandemia. Estudios posteriores de muestras de sangre guardadas en laboratorios de África, dan como resultado la presencia de anticuerpos del virus desde 1959.
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) se constituyen en la cuarta causa de consulta en los países en vías de desarrollo. De manera indirecta, todo lo que hagamos para controlarlas, también servirá para controlar al VIH. Actualmente se calcula que a nivel mundial diariamente se infectan 685,000 personas con alguna ETS y que ocurrirían unos 330 millones casos nuevos por año siendo que el mayor número de casos se presenta en personas entre los 15 y 49 años de edad.
Es muy importante, por tanto, reconocer precozmente las principales señales o molestias que se presentan en una persona con alguna ETS para tratarlas lo más pronto posible y así evitar complicaciones. El contacto sexual sin usar condones favorece la transmisión de las ETS.
Entre los signos y síntomas más comunes tenemos: en varones podemos identificar la secreción de pus por el pene, acompañada de dolor o ardor al orinar. En ambos sexos podemos evidenciar la presencia de verrugas, ampollas, llagas, heridas o úlceras a nivel de los órganos sexuales. En mujeres no debemos descuidar un control médico si estamos frente a un flujo vaginal o "descenso", sobre todo si es persistente, abundante, se acompaña de picazón, mal olor o mancha la ropa interior. En ellas también debemos prestar atención a la presencia de dolor en el bajo vientre, sobre todo si se acompaña de sangrado o aumenta durante las relaciones sexuales. Otro signo importante es el hallazgo de ganglios aumentados de tamaño en una o las dos ingles ("secas") que a veces supuran espontáneamente.
Las mujeres son social y biológicamente más vulnerables para contraer una ETS y sus complicaciones, por ejemplo se conoce que del 55% al 85% de casos de mujeres con enfermedad pélvica inflamatoria (EPI) terminarán en infertilidad o dolor pélvico crónico. Una mujer con EPI aumenta 7 a 10 veces más su riesgo de tener un embarazo fuera del útero, también llamado ectópico. La infección por Papiloma virus Humano (PVH) favorece el desarrollo de Cáncer del cuello uterino.
Por tanto, ante cualquier señal o molestia en los órganos sexuales, se debe acudir en busca de ayuda profesional para realizar el diagnóstico y tratamiento oportunos que permitan cortar la cadena epidemiológica y evitar secuelas o complicaciones severas, que incluyen la infección por el VIH.
Cada día cientos de personas y mueren y otros quedan víctimas de un mal que si nos proponemos podemos erradicar. Sólo hace falta un poco de concientización, un poco de información y otro tanto de voluntad para lograr frenar la propagación de un virus tan perjudicial que está terminando con la vida de muchos jóvenes y niños que se supone son el futuro del mundo.
Sobre el tema de las enfermedades por transmisión sexual cada uno de nosotros debe asumir comportamientos sexuales responsables y de bajo riesgo para así evitar la proliferación de estas enfermedades por nuestro bien y el del mundo entero.
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