SEXO TÁNTRICO



Por la gran importancia y desarrollo que esta teniendo el tema del sexo tántrico en este blog, nos ha parecido conveniente abrir una pagina que recoja de forma ordenada y bien estructurada los contenidos y las ideas fundamentales que queremos transmitir sobre este tema. Hay que tener en cuenta que se trata de un tema complementario, ya que no es el propósito principal de este blog un estudio detallado del tantrismo, pero puede constituir una herramienta importante de trabajo dado el interés que despierta y el exotismo de su estudio. Lo que le hace un buen campo para experimentar la deshinibición en lo que a disfunciones sexuales se refiere.



¿QUÉ ES EL TANTRA?
EL TANTRA ES ÉXTASIS


Tomado del libro: "Método Oriental del amor" de Kamala Devi. Ediciones ATI; Barcelona (1977)

Mucho antes que Masters y Jhonson, los tántrikas, un grupo religioso de élite de Oriente, explicaban aspectos de la sexualidad que muchos de nosotros, en Occidente, aún no habíamos descubierto. En el Tíbet, Nepal, Bengala y el Sur de la India, enseñaban la Senda del Placer, Siguen haciendolo, en secreto.

El Tantra es un culto de éxtasis, una religión personal basada en la experiencia mística del placer más bien que en un dogma establecido. Para un tantrika el sexo es sagrado. Es un culto: da energías y da vida. Los tantrikas son antiascetas, tienen fe en la vida. Enseñan el descubrimiento de lo divino a través de la exaltación del sexo total. Usan todos sus sentidos, la mente y el espiritu, para alcanzar las cimas místicas.

Los tántrikas son afirmativamente sexuales porque creen en la maithuna, o sea la unión sexual, y con ella el hombre se acerca a la felicidad de su unión con lo divino. De acuerdo con el Tantra ortodoxo, un rito feliz de maithuna permite la unión de la propia personalidad con la esencia del Cosmos. La gota, como les gusta decir, se convierte en una unidad con el océano. La practica tántrica varia de un individuo a otro, de un país a otro país, y tambien según las épocas. Pero todo discípulo hace uso de la meditación y de los ritos que implican los sentidos para desarrollar el hábito de la dicha espiritual.

El Tantra puede vivirse para ser comprendido totalmente. Promete alargar la vida y trasmutar la conciencia normal y la energía humanas en la Sabiduría Trascendental y en la Gran Vitalidad. Todo eso y, ademas el orgasmo.

En énfasis en lo real y personal experiencia de la dicha coloca el Tantra al margen de todas las otras religiones del mundo y de todos los sistemas filosóficos. Casi todas las otras creencias enseñan que para alcanzar una más alta realidad -ya se trate de los ideales de Platón o del Reino de los Cielos-, debemos renunciar a nuestros placeres terrenales. Se nos promete la recompensa en un mundo mejor en un más allá, que nunca ha visto nadie. Las religiones organizadas establecen preceptos que deben ser obedecidos se ajusten o no a nuestros temperamentos y circunstancias. Pero un tántrika sabe que la sangre de ningún hombre late en el abstracto. El misticismo tántrika se basa en lo concreto.

La experiencia mística es desconocida para la mayoría de los occidentales. Todos los místicos describen ciertos elementos comunes cuando escriben acerca de sus experiencias, lo mismo da que sea el hindú Shankara, el mahometano Al-Ghazali, la católica Santa Teresa de Jesús, Rufus Jones, un cuaquero, o Adam Heshel, un judío. El mismo estado místico está casi fuera de explicación y no obstante cualquiera que haya compartido el regocijo interior dirá: "Yo sé".

El Tantra enseña que un elevado estado llamado samadhi, es asequible a todos los que indaguen seriamente y esboza practicas y disciplinas para alcanzarlo.

El samadhi es un estado pasivo y de breve duración durante el cual se experimenta una ausencia de voluntad, como si fuera arrebatada y guardada por un poder superior. La experiencia es breve, sin embargo sus efectos son duraderos y transformadores. Uno se esfuerza para ser mejor. Hay en él un conocimiento intelectual de la verdad más allá de la comprensión moral humana, una impresión de eternidad. Y por encima de todo hay una pérdida de la propia conciencia y un sentimiento de unión con Dios y el Cosmos, una conciencia cósmica. Desaparecen los deseos. El místico se aparta del caos de los sucesos diarios y rebosa paz, tranquilidad y un sentimiento de ausencia del tiempo.


Una forma de entender lo que supone la experiencia mística vista desde una perspectiva neurocientífica es a través de este video en el que la neuroanatomista Jill Bolte Taylor nos narra su experiencia vivida al sufrir un derrame cerebral que la dejo durante unos momentos con un funcionamiento intermitente de su cerebro. Experimento lo que supone el que solo esta activo su hemisferio derecho. Explicado de esta forma la experiencia mística no se nos antoja como algo tan esotérico porque esta incardinada en el funcionamiento de nuestros sistema nervioso y la lateralidad de los hemisferios cerebrales.

Muchos místicos han enseñando que el buscador debe estar: "purificado y libre del influjo del deseo sensual" (Al-Ghazali).
Por otro lado el psiquiatra e investigador Wilhelm Reich sostiene que la experiencia mística es la sublimación o imagen reflejada en un espejo de la experiencia sexual plena.
Los tántrikas usan del poder sexual conjuntamente con una proyección espiritual adecuada para producir una experiencia mística intensa y predecible, al mismo tiempo que una experiencia sexual superlativa.
Desgraciadamente mucha gente ignora todo acera de esas tradiciones hindúes, afirmativas de la vida. En la actualidad tendemos a fijar nuestra atención en los intensos sufrimientos del país y de la filosofía escapista. Los gurus que imparten su enseñanza en Occidente son, por lo general, swamis célibes y esperan que sus seguidores tambien los sean. Se apartan del placer sensual porque consideran la realidad un vacío, el mundo una ilusión y la vida diaria una trampa sin valor.
¿Pero esta negación de los sentidos no nos arrebata las experiencias que necesitamos para conocernos a nosotros mismos y para sobrevivir, sin hacer mención al deleite? Los primitivos tántrikas de la India así pensaban, reconocían el valor del mundo que veían, sentían y oían. Se condicionaron ellos mismos física y mentalmente para la salud y la felicidad.
En vez de reducir los asuntos a cantidades y formulas que oprimen la vida, el Tantra infunde un sentido al más corriente de los actos. El respirar es glorificado como un mantra u oración no rezada, "ham sa, ham sa". Al discípulo tantrika se le ensaña a pensar que integra una unidad con la Divinidad, no solamente en nuestra Liberación Final, sino aquí y ahora, en cada uno de nuestros actos. Cuando uno es consciente de ello en cada función natural, lo que hubiera podido ser simplemente un acto animal se transforma en un rito religioso.
No es este el lugar para un análisis filosófico exhaustivo del Tantra. Dejo el tema a los sabios y me limitaré a examinar aquí el asunto. El mismo se convierte en complejo debido a que las escuelas tántricas existen tanto en el budismo como en el hinduismo. Hay unas diferencias mínimas de simbolismo y creencia, algunos cultos degeneran en mágicos, incluso en el vampirismo. Existen tambien algunos tántrikas ascetas pero no vamos a ocuparnos de ellos. En alguna época las monjas tántrikas tibetanas se juntaban con muchachos jóvenes a fin de poder revitalizar sus energías sexuales básicas absorbiendo las juveniles vibraciones de sus visitantes - ello se hacía, indirectamente, a través de un proceso de meditación, respiración y fantasía llamado "un abrazo sutil". Pero sin embargo, extravagancias tántricas aparte, todas sus escuelas cultivaban la experiencia mística como la meta final del hombre.
Nadie sabe como empezó el Tantra. Se encuentran indicadores de su remota existencia en los símbolos sexuales femeninos y masculinos hallados en ruinas arqueológicas y en los poemas de amor de la literatura hindú más antigua. En uno de los Upanishads, escrito alrededor de mil años antes de nuestra era, empieza la historia de la creación con el deseo de Dios por el placer. "Él estaba solo y no disfrutaba. Uno solo no puede disfrutar: desea una segunda persona y ser como un hombre y una mujer abrazados fuertemente. Y Él se convirtió a si mismo en dos". Su deseo creo un mundo entero para disfrutarlo.
Un tántrico o tántrika en sánscrito, es el seguidor de una serie de libros llamados tantras. Los tántrikas consideran al más antiguo de esos libros como integrante de la Biblia hindú, llamada los Vedas. Los más antiguos son diálogos entre el Dios Shiva y la diosa consorte, o shakti, Parvati.
Siendo tolerantes y opuestos a los dogmas, los tántrikas tomaron prestadas las mejores ideas y prácticas de su tiempo erigiendo sobre ellas la doctrina, llevando a nuevas alturas tanto el misticismo como la práctica erótica. En gran Tantra Tantraraja intento incorporar las creencias hindúes ya existentes. Debido a que el tántrika es un indagador, tambien esta en armonía con la ciencia moderna.
Ademas del tantra hindú, existe el tantra budista. Este era la forma última del budismo, que nació en la India y floreció y corrió parejas con el hinduismo y el jainismo. El budismo en sus inicios, se ocupaba únicamente de la filosofía y del ética, pero en el primer siglo de nuestra época se dividió en dos facciones. El Hinayana, la rama menor, continuo las enseñanzas ascéticas originales, que no incluían las creencias en los dioses. El Mahayama, es decir la rama más importante, incorporo elementos del hinduismo e incluyo la adoración e los dioses y las diosas. Ademas agrego la creencia en los Bodhisattvas, que son unos seres que altruisticamente posponen su propia salvación a la ayuda de sus semejantes. El Tantra tomo sus símbolos mitológicos de la rama Mahayama del budismo como también de la hinduista.
El Tantra incorporo asimismo una fuerte aportación del yoga, adaptando su doctrina de la unión el individuo con el Ser Supremo y el Cosmos. Para alcanzar la sensación sublime, los discípulos practicaron los métodos del yoga: control de la respiración, ejercicios, meditación y cánticos llamados mantras a fin de facilitar su control mental.
El estilo de vida tántrika alcanzó su apogeo en la India en los siglos XI y XII. Mientras Europa estaba sumida en la edad de las tinieblas, centrando su pensamiento y su arte en la vida después de la muerte, la India celebraba ya los placeres de ese mundo, en especial los sexuales. En los pocos templos tántricos que aún se conservan en la India pueden verse a sus dioses haciendo el amor en posturas incontables y a plena luz del día. Sus adoradores consideraban su erotismo tan sagrado como nosotros consideramos a Notre Dame de París. En aquel tiempo fue incorporado al Tantra el culto krishna con su énfasis en el autoabandono en el amor.
Pero el Tantra predomino solamente en breves tiempo en la India. Durante la mayor parte de la historia del país los tantrikas se vieron obligados a practicar sus ritos en secreto, como actualmente sigue ocurriendo.

Las creencias tántrikas -en cierto sentido, liberales- entraban en conflicto con las practicas del hinduismo. El Tantra odiaba la tradición de ascetismo que exhortaba a los hombres al ayuno, a no ocuparse de mujeres y a mortificar su cuerpo. En uno de los mitos tántricos, la diosa puntualiza: "Mi adoración no conlleva austeridad ni sufrimiento".

Muchas practicas tántricas, tales como el rito del sexo en grupo, sexo con mujeres menstruando, incluso comer carne, ofendían a las costumbres tradicionales hindúes. El rígido sistema de castas de la India sostenía que la sombra de un intocable, mancillaba. Y en cambio en los rituales tántricos se hacia a menudo el amor con una intocable y se la llamaba diosa. Estas practicas eran llevadas a cabo, en parte, como chocantes estratagemas para ayudar a los individuos a sacudirse de las represiones sociales. Un poema ilustra esta tentativa de chocar: "¡Oh, diosa Kali! aquel que en la medianoche de un martes ha pronunciado tu mantra, te hace ofrenda en el ara de la cremación, únicamente por una vez, de un pelo del pubis de su compañera (shakti), arrancado de cuajo, húmedo por el semen vertido por su pene en su vagina en menstruo y se convierte en gran poeta y Señor del Universo". [1]

Estatua Yab-Yum de bronce dorado proveniente de Nepal.


Una joven princesa propago el Tantra en Nepal y en el Tíbet, donde se expresaba en los cánticos del lamaísmo y en la adoración de las doctrinas del Gran Deleite, representado por las figuras Yab-Yum. Yab-Yum significa madre-padre. Las figuras representan a un dios copulando con una diosa, estando él de pie o sentando o librando una danza cósmica, lo que demuestra la idea tántrica de que la unidad es el fundamento de la apariencia de la dualidad. La pareja es la Unidad total que es reverenciada y que simboliza la unidad del Cosmos. Los tántrikas consideran al sexo como un misterio metafísico en el cual el gozo terrenal da al hombre un anticipo del placer de la Liberación Final.

Esta consideración sexual del Cosmos impregna el arte tántrico. De acuerdo con algunos estudiosos, los principios del Tantra se hallan en el origen de todo el arte de la India.

El culto de Krishna inspiro la mejor poesía y las pinturas miniadas de la India. El arte tántrico desde las impresionantes estatuas de bronce Yab-Yum hasta las simbólicas pinturas coloreadas que significan el Cosmos, pueden interpretarse a distintos niveles. Los colores tienen sentido: el blanco significa el núcleo del ser. El rojo es el deseo que proyecta y crea. [2] Los diagramas místicos tan a menudo representados, llamados yantras son símbolos fálicos.

Tambien los sonidos tienen significado. La frase mística favorita del budismo. Om Mani Padme Hum (Oh, la joya esta en el loto), tiene una significación sexual. Indica que el bodhisattava se ha unido con su consorte (Mani significa al mismo tiempo joya y principio fálico. Padme significa loto y al mismo tiempo órgano sexual femenino).

El Tantra se adelanto al movimiento moderno de liberación de la mujer. La mujer es reconocida como un igual, aunque de diferente poder. Las figuras Yab-Yum hindúes muestran a la diosa o Shakti, abrazada a una divinidad masculina pasiva. Ella representa al actividad o poder y él la inteligencia. Las estatuas y las pinturas budistas representan a una hembra pasiva, sabiduría y a un macho activo, compasión. En ambos casos la hembra no es una rubia tonta.

En los ritos tántricos de adoración, un componente importante del simbolismo ilustra el elemento del hombre en la mujer y de la mujer en el hombre. Muchos iconos en bronce o en piedra, representan a Shiva mitad hombre y mitad mujer. Así se agrega una nueva dimensión al tradicional estereotipo limitado de la identidad sexual, pues cada individuo logra su propia masculinidad y su propia femineidad. La idea es poner de relieve que uno es completo en si mismo, lo mismo para un hombre que para una mujer. Uno es un dios.


Muchas de las religiones del mundo conciben a dios como un hombre. Muchas incluyen veneración fálica. El Tantra de igual, y a veces mayor importancia al dios bajo la forma femenina. Ciertas sectas adoran simplemente a una diosa, que representa el todo. "Dios es uno, pero los hombre dan a dios diversos nombres" -así empieza un himno tántrico. Y los nombres son como la poesia: Shiva, Vishnú, Brhama, Kali, Kamala, Durga, Chitruni, Kundalini, Tara, Sarasvati y así sucesivamente. Los dioses tántricos pueden aceptarse como realidad o como símbolos para ilustración de las verdades psicológicas.

Los Tantras enseñan el monismo, o la creencia de que todo es uno. A este principio unificador del ser se le denomina prana, o energía. No establecen la separación entre materia y espíritu tal y como lo hace la tradición judeo-cristiana. Los tantrikas enseñan que la unidad es la base de todo. Las creencias básicas del Tantra son asombrosamente compatibles con la ciencia de nuestro siglo. Desarrollaron una teoría atómica y atrevidos conceptos del espacio y del tiempo y definieron el mundo como una fuerza.

El Tantra enseña que lo fundamental está presente en todos los seres vivientes, ya se llame energía o sabiduría, Brhama o Buda, Dios o una miriada de nombres de dioses y diosas.
Al hombre se le enseña a mirar en su interior y al mismo tiempo al mundo a su alrededor a fin de adquirir ciencia. Esa es la visión interior tántrica, así resumida en el Vishavasara Tantra: "Lo que esta aquí, esta en otra parte. Lo que no esta aquí, no esta en parte alguna". Esencialmente los tántrikas no creen que haya separación entre el cuerpo y la mente, entre la energía y la materia, noumeno y fenómeno, microcosmos y macrocosmos. Los tántrikas budistas lo explican así:

          No erréis en el asunto de lo propio y lo ajeno.
          Todo, sin excepción, es Buda.
          Aquí esta la fase inmaculada y definitiva
          en su verdadera naturaleza.
          El bello árbol del pensamiento
          que no sabe de dualidades.
          Se extiende a través del triple mundo.
          Lleva la flor de la compasión.
          Y su nombre es servicio de los otros.

Ramakrishna, el maestro religioso del siglo XIX, tuvo inclinaciones tántricas. Para explicar la relación entre lo definitivo y su manifestación, aconsejaba pensar en el Sol. "No podéis concebir los rayos solares sin pensar en el Sol, como tampoco podéis concebir el Sol sin sus rayos... No puede pensarse en lo absoluto y no hacerlo en lo Relativo, o pensar en lo Relativo descuidando lo Absoluto... El Poder primordial está siempre en acción. Crea, preserva y destruye, como ya lo hizo".

Esta última frase revela que los tántrikas se enfrentan directamente al problema de la maldad y del sufrimiento. Los dioses tántricos como Shiva y Kali, son mostrados a menudo en sus terribles aspectos destructivos.

Representación contemporánea de la diosa Kali.


A pesar de ello, el Tantra que todos podemos cultivar es una visión interior intensa del placer, sin que importen las circunstancias. Y el único jardín que la mayoría de nosotros debemos cultivar, y con toda seguridad el único que podemos controlar, es nuestro jardín interior.

El Tantra es una parte del núcleo de increíble optimismo que circula a través de todo el pensamiento hindú. La deslumbrante luz de la realidad última está siempre presente, como la luz del sol. A pesar de que la realidad se esconde tras nubes de ignorancia, el hombre solo tiene que atravesarlas.

Los tántrikas nos dicen que debemos pensar así: "Estoy más allá de cualquier aflicción, mi verdadera naturaleza es eterna liberación". En muchos casos esta actitud positiva los mantiene fuera de cualquier daño. Determinados lamas desarrollan tan completamente su energía psíquica que pueden aumentar la temperatura de su cuerpo capacitandoles para soportar las nieves tibetanas.

Podemos aprender mucho de la exploración tántrica de los poderes supraracionales de la mente. Los tántrikas no rechazan el conocimiento procedente de la lógica, de la razón o de la investigación científica. Pero siguen explorando el reino que existe más allá del conocimiento normal. "El saber del hombre no tiene limites", dicen. Tan procede de la raíz sánscrita que significa "extenderse". Todos podemos ampliar nuestros horizontes y el Tantra nos dice cómo. A través de la meditación, del control de la respiración, del yoga, del arte, del sexo, de ciertas drogas, de ayudas rituales que comprometen los sentidos - como los mantras y los yantras-, del amor y de un profundo compromiso con la vida.

Los occidentales muy a menudo interpretan mal la meta tántrica del nirvana. Freud estaba equivocado cuando la llamaba un deseo de morir. El nirvana tántrico no significa eliminación o muerte, sino liberación por medio de la sabiduría y de la ilustración. En consecuencia el nirvana puede tener lugar aquí en la tierra. Significa un estado sin pesares accesible a cualquiera.

Los tántrikas sacuden la mente por medio de un intenso cultivo del cuerpo y de la mente. Se incita al discípulo a que use el mundo diario para lograr la sabiduría suprema. Alcanza el nirvana, o liberación, no ignorando o deformando sus pasiones, como en otras formas de hinduismo, budismo y en casi todas las religiones del mundo se enseña. El alcanza aprovechandose, desarrollandolas y ennobleciendolas. El hombre debe elevarse por encima de la naturaleza, usando de ella, no rechazandola.

Los tántrikas cultivan la fuerza sexual del hombre como una fuerza positiva. Escritores modernos de la izquierda freudiana hablan el lenguaje del Tantra. Tanto Wilhelm Reich como Herbert Marcuse, creen que cuando la fuerza-vida -la libido- es reprimida, las fuerzas de destrucción y muerte latentes en el hombre son liberadas. Los tántrikas enlazan la sexualidad del hombre con la energía del cosmos. Esos antiguos exploradores de la experiencia adoptaron un punto de vista opuesto a los avaros sexuales del mundo que tratan de suprimir la libido para usar del cuerpo humano como un instrumento de trabajo y de producción, que intentan castrarnos y convertirnos en caballos de laboreo.

Los tántrikas no quieren ser fríos. Aprenden a cabalgar y expansionar sus poderes sexuales y emotivos en vez de frenarlos. La practica del éxtasis se convierte en un hábito interiorizado y fácilmente puesto en acción. Y empieza con la más poderosa experiencia del hombre, el acto sexual. La intensidad de esa experiencia puede a menudo despertar la persona más obtusa y carente de sentimiento.

Un dios o una diosa tántrika lo quiere carnalmente. La adoración Tantra es a través de la carne, en cuerpo y en alma. El Tantra nos dice que no podemos apreciar la unidad básica del universo por medio de la voluntad y el intelecto, sino únicamente por la experiencia. En el ritual del sexo Panchattattva, el conocimiento carnal se convierte en una experiencia metafísica de gran comprensión y unidad. El Tantra se ocupa del amor y este significa cuidado.

Esto es el tántrico sí a la vida: " Se logra la liberación comiéndose los dulces frutos del mundo". Para mí éste es el mayor atractivo del Tantra. La vida ordinaria común, vuestro camino y mi camino, puede volverse divino simplemente con la actitud.

En el Tantra ningún dogma del pecado grava al hombre. No existe la condena eterna. El hombre paga usualmente sus errores aquí en la tierra y su redención está en sus propias manos. Un acto no es bueno ni es malo per se sino en relación con todo el contexto, dado que siempre existen circunstancias en los cuales los principios absolutos se quiebran. Por lo tanto: "Cualquier cosa que perjudique a los otros es mala. Todo lo que daña al autor es malo. Si nadie resulta perjudicado, no existe ningún mal". El Tantra es una ética realista.

El Tantra no pretende ser fácil. Siente un gran respeto por la fuerza-vida. "Esta fuerza es como la tensión del arco, que ignora adónde la flecha ira a parar" -dice una de sus escrituras. En otras palabras, un hombre puede usar bien o mal de la fuerza-vida. La moral depende de dos conceptos: el deber de la compasión y la necesidad de autocontrol. Las virtudes cardinales son: disciplina, concentración, tolerancia y alegría. Pero el camino del Tantra es "tan agudo como el filo de una navaja, de mal cruzar y difícil de pisar. Es un método tan arriesgado como manejar una serpiente, que cuadra solamente a un héroe".

Y adecuado para los occidentales también. El espíritu tántrico es adecuado para gente cuya vida no sea tan insoportable que le aliente a evadirla y que quiera vivirla plenamente.

[1] Philip Rawson, Tantra (Londres, 1971, pag 9). Los tántrikas sostienen que el poder sexual de una mujer alcanza su cúspide durante su periodo menstrual, cuando los tejidos genitales son más carnosos y congestionados que de costumbre y que, a menudo, siente incrementar su deseo sexual. Puede utilizar un bien ajustado diagrama y hacer el amor sin ensuciarse.
[2] Algunos autores, tales como Philip Rawson, afirman que el rojo representa la sangre menstrual y el blanco al semen.


Recomendamos para contextualizar la lectura de este trabajo de la Profesora María Teresa Román López del Departamento de Filosofía Moral y Política de la UNED. Así como tambien el programa de Radio UNED en el que nos habla la misma profesora. No cabe duda de que en la UNED se aprende y no solo de los profesores de nuestro departamentos.

Radio UNED.- "Sexualidad mágica y sagrada en la Antigua India: el tantrismo"


Para que podáis contextualizar mejor el tantrismo dentro de la civilización y la cultura de la India Antigua os recomiendo que veáis estos vídeos en los que se nos explican algunos aspectos culturales de la India Gupta.