martes, 30 de noviembre de 2010

Desnudez: Emociones intensas


Una persona, al nacer, se va constituyendo como tal en la medida en que se relaciona con su entorno y se desarrolla dentro de un grupo que le aporta conocimientos, creencias, normas y valores. Éstos contribuyen en la conformación subjetiva y en el logro de un nivel de autoestima que posibilite a cada persona construir su proyecto de vida integrado a la sociedad. Siendo que la sexualidad es una de las expresiones del sujeto en su relación consigo mismo y con los otros, vamos a ver de qué manera se expresa dentro del seno familiar.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Desnudez: Selección sexual ¿con o sin vello?


La existencia de dimorfismo en los gametos (óvulos y espermatozoides), y el hecho que en general los machos compiten entre sí por el acceso a las hembras, sugiere que la presión de selección es fuerte sobre la habilidad de los machos por acceder a aparearse, y sobre las hembras por elegir a su compañero de cópula. La consecuencia del comportamiento diferencial entre sexos es que presentan una gran variación en su éxito reproductivo (medido como el número de hijos), debido a la competencia que existe entre ellos y lograr ser lo más exitosos posible en la reproducción a través del mayor número de cópulas posible.
“Puesto que en tales casos los machos han adquirido su actual estructura, no por estar mejor acondicionados para sobrevivir en la lucha por la existencia, sino por haber ganado alguna ventaja sobre los otros machos, y transmitiéndola a su prole masculina exclusivamente, es indudable que la selección sexual debió tomar aquí una parte muy principal".
(Darwin, 1871)

jueves, 25 de noviembre de 2010

"Abuso sexual en la infancia: 3. Revictimización"





Autor: JORGE R. VOLNOVICH
ISBN: 9789870008293
Año Edición: 2009
Páginas: 251
Idioma: Español
Precio: 20,80 €uros



Sinopsis
Este texto reúne importantes contribuciones, tan innovadoras como rigurosas sobre un tema complejo y sensible, como es el abuso sexual infantil. Precedido por dos textos temáticos, en esta oportunidad el eje se centra en la presentación y el análisis de los abordajes institucionales a niñas y niños víctimas, con la intencionalidad de hallar "buenas prácticas", dentro del contexto de protección de los derechos de la infancia. La mirada a las prácticas, incluso a las teorías y las ideologías que las sustentan, está centrada en la mostración de las nuevas victimizaciones a las que pueden ser sometidos niños y niñas que han padecido el abuso sexual. En otras palabras, se trata de develar para deconstruir abordajes no cuidadosos: diagnósticos, de tratamiento, de restitución de derechos y de penalización a los victimarios; todo con el fin de que los procedimientos no lleven a sufrir nuevos padecimientos a los niños y niñas dañados por el abuso sexual. Importantes terapeutas, investigadores y operadores del sistema judicial presentan sus reflexiones respecto de temas tales como: los contextos sociopolíticos de ocurrencia del Abuso Sexual en la Infancia; la acusación de Abuso Sexual en la Infancia en situaciones de divorcios contradictorios; las nuevas victimizaciones en las instituciones judiciales; la aplicación de protocolos de detección y diagnóstico; las investigaciones sobre Abuso Sexual en la Infancia y sus mitos, y la presentación de dispositivos de capacitación de operadores capaces de amortiguar el sufrimiento de los propios operadores que están en contacto con niños y niñas que han padecido Abuso Sexual en la Infancia en las instituciones por las que ellos transitan. En suma, este texto constituye un fundamental aporte para quienes, en el campo de la defensa de los derechos de niñas, niños y adolescentes, se empeñan tanto en erradicar como en reparar los daños producidos por este grave delito.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Marcadores sexuales: Eye Tracking


Tras la maduración de los organos reproductivos, se produce la aparición de rasgos sexuales secundarios, como pueden ser el desarrollo muscular o el vello facial, en el caso de varones, y desarrollo mamario y ensanchamiento de caderas, en el caso de las mujeres. ¿En qué centramos nuestra mirada cuando vemos un cuerpo desnudo? ¿y si está vestido?

martes, 23 de noviembre de 2010

ADÁN, EVA Y LA SERPIENTE

Artes plásticas: ADÁN, EVA Y LA SERPIENTE:

"Al final de esta entrada os ofrezco la magnífica conferencia que dió Guillermo Solana, director artístico del Museo de arte Thyssen Bornemiza..."

Richard Avedon.



Es la entrada de un blog sobre arte, pero a nosotros nos va a servir para ilustrar el tema de la fantasías eróticas y su evolución histórica. Si la cosa funciona es bastante probable que publiquemos algunas entradas más sobre arte sexual relacionado con las fantasías sexuales.

"El arte de la fantasía sexual"

"Identidades lésbicas y cultura feminista"

sábado, 20 de noviembre de 2010

Roles de genero: categorización sexual


Un rol de género se define como un conjunto de normas de comportamiento percibidas asociadas particularmente como masculinas o femeninas, en un grupo o sistema social dado. Puede ser una norma de división del trabajo por géneros. Es un foco de análisis en las ciencias sociales y de las humanidades. El género es uno de los componentes del sistema sexo/género, que hace referencia al "Conjunto de disposiciones por el cual una sociedad transforma la sexualidad biológica en un producto de la actividad humana, y por el cual estas necesidades transformadas son satisfechas" (Reiter 1975). Todas las sociedades, a determinados efectos, tienen un sistema sexo/género, mientras que los componentes y funcionamientos de estos sistemas varían considerablemente entre cada una de las sociedades.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Química del amor animal: hormonas y vinculos


Con la idea de analizar cómo se desarrolla el proceso de selección de la pareja, científicos de Estados Unidos inhibieron la producción de la "hormona del amor" en roedores genéticamente alterados. El experimento demostró claramente cómo funciona la popular hormona entre los mamíferos. El cerebro de los animales segrega oxitocina u hormona del amor, cuando el animal está por comenzar una relación, cuando encuentra pareja y cuando espera crías. James Winslow, de la Universidad de Emory, en Atlanta, conjuntamente con sus colegas, reveló fuertes evidencias según las cuales la oxitocina estimula la "memoria social". En el experimento se observó que aquellos ratones en los que se inhibió la producción de la hormona no reconocieron a sus parejas, a pesar de haberlas visto antes. Los ratones machos huelen a sus hembras para saber si son las indicadas; este proceso de reconocimiento dura aproximadamente 40 segundos.

Parafilias: Lo normal en sexología


Antes de intentar una definición de parafilia, que veremos en el ítem siguiente, vale la pena reflexionar con otros autores lo que se considera normal en Sexología, pues el hecho de que se haya despatologizada buena parte de las conductas sexuales antiguamente consideradas anormales, no significa que vale todo o nada es anormal. Para definir lo anormal debemos saber de qué se trata lo anormal. Desde el vamos, ya comprobamos que la historia también es un factor que cambia la valoración científica de los mismos hechos.
Suponemos que toda cultura posee sistemas valorativos y normativos para el ejercicio de la sexualidad de sus integrantes, como pautas deseables, buenas o virtuosas. Ya vimos más arriba la normatización del mismo por preceptos religiosos registrados en el Viejo y en el Nuevo Testamento. Pero cada cultura diferente posee y poseerá un Sistema de Valores sexuales propio.
Siempre se consideró la existencia de una norma o regla que cumplir y un castigo por no hacerlo. Descartes, en el siglo XVII, describe la representación gráfica de dos variables y Gauss y Laplace dibujan sobre la base de una abscisa y una ordenada, la distribución de frecuencia estadística de un fenómeno dado, en su célebre Campana de Gauss o Curva Normal. Ella posee una media aritmética, su moda o valor que se repite con mayor frecuencia y una desviación standard máxima y mínima, equidistante en sus límites de la media. Los datos restantes, que no caben en la desviación standard, constituyen una desviación de la norma.
La curva normal determinó para cada variable estudiada qué era normal o anormal, y los médicos extendieron el concepto de normal a lo sano, y de anormal a lo enfermo. Pero este aporte, con ser valiosísimo, solo muestra el aspecto de frecuencia estadística. También el aporte moral, valorativo, es de gran importancia, pero ambos son insuficientes para determinar la seguridad absoluta de lo normal o anormal, desviado o justo. Dice Alonso Fernández (1) que “ambas normas, la estadística y la valorativa, en cuanto puntos de referencia para determinar si un fenómeno psíquico o somático es normal o no, solo tienen una validez parcial: la norma estadística, por su relativismo; la norma ideal, por su subjetivismo”. Gallardo (23) propone un tercer criterio: el fenoménico, en que da una síntesis entre el criterio valorativo y estadístico, entre el “deber ser” y el “darse”, entre lo valorativo y lo descriptivo.
Las diferentes fuentes animistas, religiosas, filosóficas o científicas de las categorizaciones y enfoques de cada problema o fenómeno, como el sexual, determinan modos típicos de comportamiento, que sin embargo cambian permanentemente, en un dinamismo relativista y realista al mismo tiempo.
La aplicación del criterio puramente estadístico para determinar lo normal en Sexología colocaría dentro de la normalidad, dada su frecuencia, a las disfunciones sexuales, el chantaje masculino-femenino y la infidelidad. Y sería anormal un varón que nunca se ha masturbado, dice Alvarez-Gayou (2) o según Gallardo (23), los varones que han tenido relaciones sexuales con una sola persona del sexo opuesto en toda su vida. No basta, pues, la norma estadística. Y lo que es valorativamente normal para una cultura -como la iniciación sexual de una mujer por su padre- no lo es para otra. En la alternativa del concepto fenoménico, a los conceptos de respeto, aceptación voluntaria, mutua satisfacción, ausencia de daño o lesión física o psicológica, que según este autor deben estar presentes en el acto sexual normal, debemos agregar el de libertad sexual, responsabilidad por la consecuencia de sus actos sexuales, es decir, capacidad plena de los participantes.
Marcel Eck (15) al comienzo de la década del setenta consideraba que había cinco factores que hacen que la balanza se incline del lado de lo anormal en las conductas sexuales y no de una simple desviación normal. 
Serían:
  1. La transgresión voluntaria, consciente y erotizada. Bataille (6) fue quien codificó esta noción de transgresión: el erotismo no puede culminar más que en la superación de la prohibición. El compañero erótico no es más que el instrumento de la posibilidad de transgredir una prohibición que radica sobre la elección del objeto o en la forma de servirse de él. Llegó a afirmar que no hay erotismo sin transgresión. El sistema metafísico de Bataille estaba coronado por un Jano que a un tiempo era Eros y Angustia. ¿Representa la transgresión el símbolo del rechazo a la ley del padre, la violación del tabú del incesto? Se ha pretendido ver en ella –dice Eck- una autoafirmación revolucionaria y contestataria. Pero la transgresión voluntaria vendría a ser un equivalente del concepto psicoanalítico de perversión: está mal, pero lo hago.
  2. La absolutización del mal. El desviado normal no valora su transgresión porque esta es el mal. El anormal pierde interés en su desviación si ésta no fuera la encarnación del mal, acompañada con la necesidad maniquea de un reconocimiento del bien, aunque no sea más que para negarlo, o aún más, para escarnecerlo.
  3. La justificación. El anormal encierra la contradicción de que mientras busca el placer mediante la transgresión y el mal, se pretende justo. Como no puede desear otra cosa, es justo que desee lo desviado. “En casi todos los parafílicos” –dice Eck- “existe un fondo paranoico reivindicativo y un fondo mitómano justificativo”.
  4. La destrucción. Hay en la conciencia parafílica una voluntad de aniquilación, una especie de ruptura con el principio de realidad y un rechazo de la autenticidad. La mascarada se convierte en una forma de destrucción. El erotismo parafílico es más cerebral que pragmático. Lo imaginario y el juego prevalecen a veces sobre lo vivido, y el escándalo es rehuído por el desviado normal, no así por el parafílico.
  5. El proselitismo. Los parafílicos se agrupan, se reclutan y se entrenan. No hay parafílicos que no conozcan a otros. A veces es dual, otras social, en orgías. Los parafílicos saben localizar perfectamente a sus homólogos en el medio en que actúan habitualmente. Naturalmente, los hay solitarios, aislados.
No podemos aceptar sin crítica esta propuesta de Eck, pero la presentamos para entender las diferentes aproximaciones a que se debe recurrir para determinar los patrones claros sobre normalidad y desviación en sexualidad.
Morton Hunt (29) autor de la investigación sobre las conductas sexuales en la década del 70, responsabiliza en parte a Kinsey por el caos conceptual de nuestra época. Este genial investigador sexual de la década del 50, “en su afán de reemplazar la reflexión moralista por otra de investigación científica desapasionada y neutral, amplió demasiado el significado de la palabra normal”. Propuso que aquello que era considerado común y normal para los mamíferos superiores, constituía una herencia filogenética que otorgaba normalidad a idénticos comportamientos humanos, así como lo común y normal en seres humanos de diversas sociedades, era biológica, psicológica y antropológicamente normal para los seres humanos de todo el mundo. Hunt dice que esto posee una validez relativa y es erróneo en muchos casos. También acusa a Albert Ellis de preferir apartarse de toda crítica y de todo juicio, al afirmar que “las prácticas sexuales poco habituales como ser golpeado en el coito o copular con animales sólo puede ser llamado raro, peculiar, inusual estadísticamente, pero no de anormal, perverso o anómalo”.
Para Hunt (29) los radicales y liberales sexuales sospechan de los términos anormal y anómalo como peyorativos, pues encerrarían la misma connotación que “pecaminoso”, “perverso”, “degenerado” o “aberrante”. Pero considera como un imperativo para una sociedad liberada, continuar con las distinciones entre anormal y normal, adecuado o anómalo, pues sólo así podremos evaluar las posibles consecuencias para el individuo y la sociedad, lograr conclusiones racionales al respecto y manejarlas de modo constructivo e inteligente”. Este criterio se opone al del colaborador de Kinsey, Wardell B. Pomeroy, quien citado por Gindin (25) dice: “Sería más fácil borrar la palabra “normal” de nuestro vocabulario antes de contestar a la pregunta ¿Soy normal?. Nuestra atención debe estar dirigida al ser humano individual” -dice- “y no al irrelevante, ilógico y psicológicamente dañino encasillamiento de las conductas sexuales en “normales“ o “anormales”. No obstante ello, Pomeroy hace la propuesta más interesante en el tema de la dilucidación de lo normal en Sexología, cuando plantea que se puede intentar la aplicación de cinco criterios principales para definir la conducta sexual como normal o anormal.
  1. Estadístico: Si la mitad o más de la población la practica, la conducta sexual es normal. Depende del lugar, la época, la cultura y la clase social.
  2. Filogenético: Si corresponde con el comportamiento sexual de los mamíferos o de los primates superiores, es normal.
  3. Moral: Los preceptos de una comunidad son muy variables en cada cultura en diferentes épocas, pero suele haber un consenso temporal, registrados en usos, costumbres, creencias. Preserva los valores individuales y colectivos.
  4. Legal: El registro de normas escritas y sanciones para defender a las personas y sus propiedades o derechos también abarca lo sexual. Las leyes se cambian y son diferentes en un lugar y otro, pero marcan el consenso.
  5. Social: Las conductas socialmente dominantes que no dañan a la sociedad o a sus miembros, son normales, correctas, adecuadas.
Si cada conducta sexual es pasada por el tamiz de estos cinco criterios, podemos establecer el grado de normalidad o anormalidad de la misma.


Observamos que todas las conductas sexuales consideradas presentan algún tipo de cuestionamiento en cuanto a su “normalidad”. Las dos únicas conductas unánimemente anormales son la paidofilia y la violación, con interrogantes desde el punto de vista filogenético. Y la única conducta unánimemente normal es el sexo oral-genital, con la interrogante legal, pues en algunos Estados de los EEUU siguen vigentes leyes que la prohíben, aunque no se aplican. Cuando vemos que el criterio moral considera anormal también a la masturbación, a la homosexualidad y al sexo no marital, tampoco tiene validez absoluta, pues depende del rigorismo o el laxismo de dicha moral. Hay corrientes morales ortodoxas y otras liberales o permisivas, que consideran normal a la masturbación, la homosexualidad y al sexo no marital. El Catecismo de la Iglesia Católica afirma que la masturbación y la homosexualidad son “graves desórdenes morales” pero no afirma -ni puede hacerlo, pues opera en planos diferentes- de que sean anormales.
Si bien en Sexología podría utilizarse fácilmente esta propuesta de Pomeroy para discernir sobre lo normal y anormal, parece que la inclusión del criterio moral es el principal elemento discordante desde fuera de la disciplina. No obstante, la Sexología utiliza el criterio de Pomeroy de personalizar cada situación para establecer la normalidad en cada caso, y la aplicación de estos criterios, que son modificables y cambiantes, habrá de efectuarse de acuerdo a los avances más recientes en cada disciplina.

DEFINICIÓN DE PARAFILIA
Etimológicamente, proviene del griego “pará” al lado, desviado y “philéo”, atracción, amante. Las diferentes definiciones van dando elementos que nos servirán para la nuestra propia. En los diccionarios antiguos simplemente dice: sinónimo de perversión sexual y citan a Stekel, mientras en otros no figura la palabra.
Quijada (44) en 1982 dice que se trata de una “preferencia sexual desviada”. Money y Erhardt (37) citados por Alzate (5) definen las parafilias como “estados psicosexuales de reactividad obsesiva a estímulo desusado o inaceptable y dependiente de él, que buscan iniciar o mantener una situación sexual con el fin de facilitar el orgasmo”. En el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, se fueron elaborando diversas definiciones: En el DSM III (3) de 1978 se afirmaba que “las parafilias se caracterizan por la excitación como respuesta a objetos o situaciones sexuales que no forman parte de los estímulos normativos y que, en diversos grados, pueden interferir con la capacidad para una actividad sexual efectiva recíproca”.
En la última de 1995, el DSM IV (4) dice que: “La característica esencial (Criterio A) de la parafilia es la presencia de repetidas e intensas fantasías sexuales de tipo excitatorio, e impulsos o comportamientos sexuales que por lo general engloban: 1) objetos no humanos; 2) sufrimiento o la humillación de uno mismo o de la pareja, o 3) niños u otras personas que no consienten, y que se presentan durante un periodo de al menos seis meses”. Pero también (Criterio B) esos impulsos, comportamientos y fantasías deben “provocar malestar clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo”.
Para establecer un diagnóstico diferencial con otras conductas sexuales no patológicas, el DSM IV dice que “las fantasías, comportamientos u objetos son considerados parafílicos sólo si provocan malestar o alteraciones clínicamente significativas, como:
  • son obligatorias,
  • producen disfunciones sexuales,
  • requieren la participación de otros individuos en contra de su voluntad, conducen a problemas legales
  • interfieren en las relaciones sociales.
Tampoco deben coincidir estas conductas con el curso de enfermedades mentales tales como retraso mental, demencia, cambio de personalidad debido a una enfermedad médica, la intoxicación por sustancias, un episodio maníaco o la esquizofrenia. Aquí las conductas sexuales anormales son inusuales, aisladas, no obligatorias y solo duran lo que dura el trastorno mental de fondo. Los periodos de estrés y depresión también son mencionados, pero como desencadenantes de episodios parafílicos, fuera de tales periodos el individuo funciona normalmente. Money (37) señala como característica importante de las parafilias, la hiperorgasmia que las acompaña, a diferencia del menor número habitual de orgasmos de las personas no parafílicas.

CLINICA DEL PARAFILICO
La edad de comienzo del trastorno suele remontarse a la infancia y las primeras etapas de la adolescencia, donde aparecen conductas parafílicas, pero se definen recién en la adolescencia y la adultez joven.
Las fantasías, impulsos y comportamientos pueden ser elaborados o simples, de una sola serie o de varias parafilias asociadas. La duración debe ser mayor de seis meses, como vimos, pero lo común es que sean recurrentes, se cronifiquen y duren toda la vida, con tendencia a disminuir a lo largo de los años. Pueden haber periodos de mayor expresión, coincidentes con periodos de estrés, como también vimos, y también cuando la persona se encuentra con oportunidades existenciales de practicar sus fantasías y actos. Tal el caso de los que eligen trabajar o se ofrecen como voluntarios en comercios de venta de lencería o zapatos de mujer (fetichismo), trabajar con niños en guarderías y hogares (pedofilia), conducir una ambulancia o cirugía, la carrera militar combatiente o la carnicería, así como la policía política en los regímenes de fuerza (sadismo sexual), enfermería (frotteurismo), o en morgues (necrofilia), o empleados de los hoteles de alta rotatividad (voyeurismo).
La repercusión social del trastorno parafílico es variable, pues hay casos en que el portador lleva una vida social activa que no permite sospechar trastornos íntimos, como en otras patologías del carácter. Pero otros se aíslan en sus fantasías y comportamientos, con graves repercusiones sobre su rendimiento laboral, estudiantil o su vida conyugal o social. Compran o roban y coleccionan material fotográfico, películas o prendas referidas a su trastorno exclusivo y eso les basta como toda vida sexual. El exhibicionismo y el voyeurismo así como el sadomasoquismo, pueden llevar a situaciones que violan la Ley y sus portadores terminan encarcelados o procesados. Otros, sufren un deterioro social progresivo o temporario. O llevan una doble vida: privada y pública. La mitad de los parafílicos está casado. Muchos tratan de imponer a sus mujeres sus fantasías o conductas, lo cual conlleva peligro de vida o lesiones en caso de sadomasoquismo, o delitos en caso de pedofilia. Hay parejas de parafílicos que llegan a una transacción de vida muy pintoresca y peculiar. Otras, se divorcian con frecuencia y se vuelven a casar, buscando comprensión.
La frecuencia es difícil de establecer, ya que los parafílicos no suelen consultar por su trastorno, sino por sentimientos de culpa, depresión o vergüenza con intentos de autoeliminación, disfunciones sexuales, trastornos de personalidad o incapacidad de amar o de sentimientos recíprocos. O bien por indicación judicial. La concepción psicoanalítica de que los parafílicos no sufren, no luchan, pues “la perversión es el reverso de la neurosis”, ya no es aceptable en todos los casos. No es la norma que los parafílicos no sufran por su trastorno, incluso pueden considerar sus actos o fantasías como inmorales, pero hay quienes no tienen ningún tipo de malestar, mientras no reciban el rechazo social y vivan su parafilia en la intimidad. Un índice de prevalencia -de validez relativa- es el alto consumo de material pornográfico a temática parafílica. Pero en las clínicas especializadas los diagnósticos más frecuentes son la pedofilia, el voyeurismo y el exhibicionismo, que además, son los casos que con mayor frecuencia son procesados por delitos sexuales. El masoquismo sexual así como el sadismo sexual se ven con menor frecuencia. Las demás parafilias tienen una frecuencia aun menor. Kinsey solo registró estadísticamente la frecuencia de la zoofilia en su estudio de la década del 50.
La distribución por sexo de las parafilias nos muestra que se tratan de trastornos exclusivamente masculinos, excepto en el masoquismo sexual en que hay mujeres, pero en una relación de una cada 20 varones. Money y Ehrhardt (37) señalan que “las muchachas no tienen sueños orgásmicos en la adolescencia -sí de los 20 a los 40 años- se masturban menos que los muchachos, y tienen fantasías romántico-sentimentales en relación con experiencias reales, una narración de amor o una película romántica. En cambio los muchachos pueden horrorizarse al enfrentarse en sus sueños con imágenes de tipo homosexual, sádico, voyeurista y otras parafilias. No se animan a revelarlas a sus padres ni a nadie, las soportan y algún día las pondrán probablemente en práctica”. Estos autores hablan de una “fragilidad psicosexual del varón”, porque así como “le resulta más fácil a la naturaleza producir una hembra que un macho” y a este último hay que añadirle algo -el llamado “factor aditivo” de Money-, “la naturaleza incurre en más errores en el varón”. Este es más agresivo por su tenor de testosterona, la hormona masculina que incrementa el deseo sexual. June Reinisch (45) estableció esta relación de manera fehaciente, sobre todo por la impregnación hormonal prenatal, lo cual fue confirmado por Maccoby y Jacklin (34) en su estudio clásico “The Psychology of sex differences”. El factor T (testosterona) no es ajeno a este predominio masculino de las parafilias. Para el caso de la erotización de la mirada por el voyeurismo y el exhibicionismo, se ha demostrado que los varones, condicionados culturalmente para la caza y el ejercicio del poder y la propuesta, a diferencia de los animales, efectúan un aprendizaje ontogenético o experiencial de imágenes extrañas sexualmente excitantes, de claro contenido psicopatológico y parafílicas.
Leonor Tiefer (51) formada en psicología fisiológica, manifiesta su preocupación de que las parafilias se refieren generalmente a varones y no a mujeres. Para explicar estas diferencias, dice que se manejaron tres teorías: Primera, que el varón debe identificarse precozmente con su madre, la más cercana figura vincular y de sexo femenino. Esto no es un problema para la mujer. Segunda: si el varón posee un mayor impulso sexual, es más fácil que se desvíe. Tercera: la teoría plantearía que “no hay diferencias en la frecuencia de las desviaciones sexuales”, pero generalmente “dichos comportamientos no se reconocen como una desviación cuando son aplicados a las mujeres”. Por ejemplo, “si un varón mira a través de una ventana abierta mientras una mujer se desviste, es arrestado por “fisgoneo”. Si un varón se desviste ¡él puede ser acusado de exhibicionista! En ambos casos es al varón que se considera desviado. En la Ley no se reconoce la posibilidad de que la mujer cometa un abuso sexual. A ellas se les permite con mayor frecuencia el uso de ropas tradicionalmente aceptadas como masculinas que al contrario”.
Dr. Andrés Flores Colombino
Médico Psiquiatra, Geriatra Gerontólogo y Sexólogo Clínico
Miembro del Advisory Committee de la World Association for Sexology (WAS)
Presidente de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Sexología y Educación Sexual (FLASSES), Fiscal de la Sociedad Uruguaya de Sexología.

BIBLIOGRAFIA
  1. Alonso-Fernandez, F.: TRASTORNOS Y ABERRACIONES SEXUALES, En su: “Fundamentos de la Psiquiatría actual”, T.2., p.107-129, Paz Montalvo 3ª, Madrid, 1977.
  2. Alvarez-Gayou,J.L.: CONCEPTO DE NORMAL EN SEXOLOGIA, En su: “Elementos de Sexología”, p.57-62, Nueva Interamericana, México, 1979.
  3. American Psychiatric Association: DSM III. MANUAL DIAGNOSTICO Y ESTADISTICO DE LOS TRASTORNOS MENTALES, Masson, Barcelona, 1983.
  4. American Psychiatric Association: DSM IV. MANUAL DIAGNOSTICO Y ESTADISTICO DE LOS TRASTORNOS MENTALES, Masson, Barcelona, 1995.
  5. Alzate, H.: LAS PARAFILIAS, Revista Sexualidad Humana y Educación Sexual 2(2):3-25, Bogotá, 1979.
  6. Bataille, G.: EL EROTISMO, Tusquets, 3ª, Barcelona, 1979.
  7. Bianco Colmenares, F.: MANUAL DIAGNÓSTICO DE LAS ENFERMEDADES EN SEXOLOGIA, CIPPV, 3ª, Caracas, 1991.
  8. Bleger, J., Cvik, N., Grunfeld, B.: PERVERSIONES, Revista de Psicoanálisis 30:2, Buenos Aires, 1973.
  9. Boschi, I.: UNA CONCEPCIÓN SISTÉMICA DE LAS PARAFILIAS, Revista Argentina de Sexualidad Humana 7(1):52-60, Buenos Aires, 1993.
  10. Clavreul, J.: LA PAREJA PERVERSA, En: Aulagnier-Sparani, P.: “El deseo y la perversión”, p.105-144, Sudamericana, Buenos Aires, 1968.
  11. Chazaud, J.: LAS PERVERSIONES SEXUALES, Herder, Barcelona, 1976.
  12. Cheeser, E.: ASPECTOS HUMANOS DE LAS DESVIACIONES SEXUALES, Central, Buenos Aires, 1975.
  13. Descamps, M.A.: PAIDOFILIA Y GERONTOFILIA, En: Volcher, R.(comp.): “Enciclopedia de la Sexualidad”, p. 573-578, Fundamentos, Madrid, 1975.
  14. Descamps, M.A.: ZOOFILIA Y NECROFILIA, En: Volcher, R.(comp.): “Enciclopedia de la Sexualidad”, p. 579-586, Fundamentos, Madrid, 1975.
  15. Eck, M.: LA PERVERSION SEXUAL, En: Volcher, R.(comp.): “Enciclopedia de la Sexualidad”, p. 548-564, Fundamentos, Madrid, 1975.
  16. Ellis, A.: PERVERSIONES SEXUALES, En su: “Folklore del sexo”, p.221-237, Grijalbo, México, 1970.
  17. Etchegoyen, R.H., Arensburg, B.: PERVERSIONES Y TRASTORNOS NEUROTICOS DE LA PERSONALIDAD, En su: “Estudios de Clínica Psicoanalítica sobre la Sexualidad”, p.9-57, Nueva Visión, Buenos Aires, 1977.
  18. Fenichel, O.: LA PSICOLOGIA DEL TRAVESTISMO, En: Deustch, H. y ot.: “Psicoanálisis y desviaciones sexuales”, p. 132-158, Hormé, Buenos Aires, 1967.
  19. Fenichel, O.: TEORIA PSICOANALITICA DE LAS NEUROSIS, Paidós, Buenos Aires, 1968
  20. Flores Colombino, A.: PROBLEMAS ESPECIALES. PARAFILIAS Y VARIANTES SEXUALES, DELITOS SEXUALES, 9 p.m., UCUDAL, Montevideo, 1985.
  21. Flores Colombino, A.: DICCIONARIO DE SEXOLOGIA, Fin de Siglo, Montevideo, 1997.
  22. Freud, S.: TRES ENSAYOS PARA UNA TEORIA SEXUAL. I.AS ABERRACIONES SEXUALES, En su: “Obras Completas”, T.2: 1172-1194, Biblioteca Nueva, Madrid, 1977.
  23. Gallardo, J.V.: NORMALIDAD Y ANORMALIDAD EN SEXUALIDAD, Revista Chilena de Sexualidad. Psicosexualidad 1(1): 9-21, Santiago de Chile, 1984.
  24. Ganon, J., Simon, W. (Eds): SEXUAL DEVIANCE, Harper & Rox, New York, 1967.
  25. Gindin, L.R.: PERVERSIONES Y NORMALIDAD. VARIANTES DE LA SEXUALIDAD, En su: "Nueva sexualidad del varón”, p.225-245, Paidós, Buenos Aires, 1987.
  26. Giraldo Neira, O.: CONDUCTAS EXCEPCIONALES, En su: “Explorando las sexualidades humanas”, p.197-22, Témis, México, 1981.
  27. Hayman, R.: MARQUES DE SADE. VIDA DE UN CRUEL LIBERTINO, Lasser Press, México, 1979.
  28. Hartwich, V., Krafft-Ebing: PSICOPATIA SEXUAL, Progreso y Cultura, Buenos Aires, 1942.
  29. Hunt, M.: CONDUCTA SEXUAL ANOMALA, En su: “Conducta sexual en la década del 70”, p. 344, Sudamericana, Buenos Aires, 1977.
  30. Karpman, B.: EL PSICOPATA SEXUAL, Paidós, Buenos Aires, 1975.
  31. Kolosimo, P.: PSICOLOGIA DEL EROTISMO, Plaza y Janés, Barcelona, 1974.
  32. Laplanche, J., Pontalis, J.B.: DICCIONARIO DE PSICOANALISIS, Labor 2ª, Barcelona, 1974.
  33. Lemperiêre, Th., Fèline, A.: LAS DESVIACIONES Y PERVESIONES SEXUALES, En su: “Manual de Psiquiatría”, p. 168-181, Toray-Masson, Barcelona, 1979.
  34. Maccoby, E., Jacklin, C.: THE PSYCHOPATHOLY OF SEX DIFFERENCES, Palo Alto, Stanford University Press, 1974.
  35. Marmor, J.: BIOLOGIA Y SOCIOLOGIA DE LA HOMOSEXUALIDAD, Hormé, Buenos Aires, 1967.
  36. Meltzer, D.: LOS ESTADOS SEXUALES DE LA MENTE, Kargieman, Buenos Aires, 1974.
  37. Money, J., Ehrhardt, A.: DESARROLLO DE LA SEXUALIDAD HUMANA (DIFERENCIACION Y DIMORFISMO DE LA IDENTIDAD DE GÉNERO), Morata, Madrid, 1982.
  38. Money, J.: MAPAS DEL AMOR DENTRO DE LAS PARAFILIAS, VICTIMAS DE PATOLOGIAS Y VICTIMAS DE ESTAS VICTIMAS, Anales IV Congreso Latino americano de Sexología y Educación Sexual, T.2, p. 13-29, AAPF, Buenos Aires, 1988.
  39. Palem, R.M.: EROTIZACION DE LAS FUNCIONES URINARIAS Y DIGESTIVAS, En: Volcher, R. (comp.): “Enciclopedia de la Sexualidad, p. 631-638, Fundamentos, Madrid, 1975.
  40. París, C.: ENCICLOPEDIA DIDÁCTICA DE LA SEXUALIDAD, Planeta, Barcelona, 1995.
  41. Platón: LA REPÚBLICA, Aguilar, 2ª, Madrid, 1960
  42. Platón: POLÍTICA. Aguilar, Madrid, 3ª, 1960.
  43. Porta, A., Lang, P.: ABORDAJE DEL TRAVESTISMO Y EL TRANSEXUALISMO EN LA SOCIEDAD ACTUAL, Anales VIII CLASES, p.141, 143, Montevideo, 1997.
  44. Quijada, O.A.: DICCIONARIO INTEGRADO DE SEXOLOGIA, Alhambra, Madrid, 1983
  45. Reinisch, J.M.: PRENATAL EXPOSURE TO SYNTHETIC PROGESTINS INCREASES POTENTIAL FOR AGGRESSION IN HUMANS, Science 211:1171-1173, 1981.
  46. Rodrigues, O.: ZOOFILIA: O AMOR COM OS ANIMAIS, Memorias VII Congreso Latinoamericano de Sexología y Educación Sexual, P. 359-368, Técnico Científica, La Habana, 1996.
  47. Rodrigues, O.: COPROFILIA: SEXO COM FEZES, Memorias VII Congreso Latinoamericano de Sexología y Educación Sexual, P. 369-376, Técnico Científica, La Habana, 1996.
  48. Rodrigues, O.M., Furlaneto, S.H.T.: EXHIBICIONISMO EN MULHERES BRASILEIRAS, Anales VIII CLASSES, Montevideo, 1997.
  49. Rosolato, G.: ESTUDIO DE LAS PERVERSIONES SEXUALES A PARTIR DEL FETICHISMO, En: Aulagnier-Spirani, P. y ot.: ”El deseo y la perversión”, p.9-48, Sudamericana, Buenos Aires, 1968.
  50. Saurí, J.: LAS PERVERSIONES, Carlos Lohlé, Buenos Aires, 1983.
  51. Tiefer, C.: LAS DESVIACIONES SEXUALES, En su: “Sexualidad humana. Sentimientos y funciones”, Tierra Firme, México, 1980.
  52. Trimmer, E.S.: PARAFILIAS, En su: “Diccionario visual del sexo”, p.181-200, Nauta, Barcelona, 1979.
  53. Üllerstam, L.: LAS MINORÍAS ERÓTICAS, Grijalbo, México, 1967.
  54. Yampey, N.: REFLEXIONES PSICOANALITICAS SOBRE LAS PERVERSIONES, En su: “Psicoanálisis, fundamento y técnica”, p.296-302, Kargieman, Buenos Aires, 1981.

Parafilias: Introducción histórico-conceptual


De todos los temas sexuales, el de las parafilias tal vez constituya uno de los que más curiosidad e interés haya despertado en todas las épocas de la humanidad.
Las "relaciones sexuales prohibidas" son mencionadas en las Epístolas de San Pablo en cuatro oportunidades: Corintios 6:9 y 6:19, Timoteo 1:10 y Hebreos 13:4. Ya en el Viejo Testamento, en el Levítico, Capitulo 18;22, se hace mención a la homosexualidad, a la zoofilia en el 18:23 y al incesto en el 18:6. En el Deuteronomio se hace referencia al travestismo masculino y femenino en 22:5, Y volviendo a las Epístolas, San Pablo vuelve sobre la homosexualidad en Romanos 1:24, Corintios 6:10 y Timoteo 1:10, sobre los "afeminados" en Corintios 6:9. Yavé habla de actos sexuales "infames, "abominables", "maldades", "actos pecaminosos", "costumbres horribles". Es decir, las parafilias y variantes sexuales no son problemas nuevos para el ser humano.
Platón afirmaba en "La República" (41): ¿No tendrás -refiriéndose al papel de jueces u médicos- que establecer en la ciudad, junto a la judicatura, un cuerpo médico de individuos ... que cuiden de los ciudadanos, que tengan bien constituido cuerpo y alma pero, en cuanto a lo demás, dejen morir a aquellos cuya deficiencia radique en su cuerpo o condenen a muerte ellos mismos a los que tengan un alma naturalmente mala e incorregible?". Y en "Política" (42), sigue: "Si hay caracteres a los cuales sea imposible comunicarles energía, la temperancia y todas las otras inclinaciones virtuosas y que el furor de una mala naturaleza lleve, por el contrario, al ateísmo, a la desmesura y a la injusticia, ella (la ciencia real) las eliminaría mediante sentencias de muerte o de exilio o por castigos infamantes". Según Saurí (50), estas afirmaciones ubicaron las conductas desviadas en el plano ético del cual no se apartó durante largos siglos.
En la Grecia clásica, completa Yampey (54), la idea de perversión abarcaba tres áreas: el social, en cuanto transgresión a la ley, el religioso, en cuanto sacrilegio, y el médico, en tanto expresión de enfermedad. Con el tiempo, cuando lo sagrado pasó a ser en gran parte lo moral, la perversión se confundió con el vicio. En el siglo XVIII, a influjo del Iluminismo, la perversión se redujo al campo médico, privativo del sujeto. A fines del siglo XIX, se la integró al dominio de la psiquiatría, por obra de Krafft-Ebing.
Y aunque Kaan ya había hecho referencias a las "Perversidades Sexuales" en una publicación del año 1846, fue el médico psiquiatra y forense Richard Von Krafft-Ebing quien publicó en 1886 su monumental "Psicopatía Sexualis"(28), en latín para que la clase académica de la época fuera la única en acceder al libro. En pocos años, sin embargo, tuvo más de 12 ediciones en casi todos los idiomas conocidos. Pues estudió, con historias clínicas detalladas, numerosos casos de las llamadas "psicosis sexuales" o "aberraciones sexuales" o "degeneraciones sexuales". Crea la Medicina de las Perversiones y denomina estas "desviaciones" con nombres propios: masoquismo, sadismo, por ejemplo. Da al estudio de los temas sexuales, a través de las aberraciones, el carácter de materia respetable.
Las palabras "perverso" y "perversión" se incorporan al léxico común y permiten el estudio de la sexualidad desde ángulos escabrosos, excepcionales, poco frecuentes, acordes con el interés púdico y malsano de quienes, por la vigencia del tabú, veían en la sexualidad la semilla de la maldad. Pero el hecho es que habilitaron el estudio de la sexualidad, pues aunque las enfermedades que denunciaban y calificaban moralmente, no eran respetables, su estudio lo era.
"Perversión" es una palabra que califica moralmente, pues significa error, corrupción, maldad, vicio, perturbación, depravación. El perverso, dice Chazaud (11), "es aquel cuya alma se ha vuelto hacia el mal". Perturba el orden y el estado de las cosas y apunta contra la naturaleza: sus inclinaciones son desnaturalizadas.
La psicopatología aprovechó y utilizó estos términos. Y aunque en un principio los confundió con la "locura moral", luego, por designios semánticos, perversidad vino a significar desequilibrio psíquico y perversiones, las desviaciones en las prácticas y modos de obtención del placer sexual.
Se pasó del concepto teológico-moral al de "anomalía de la satisfacción del placer". Esta satisfacción es desenfocada, fuera de la "moral natural", es un placer "contra natura". Conserva, pues, el carácter de un juicio de valor.
El Psicoanálisis adoptó el concepto de perversión, pero lo despojó de su carácter escandaloso e inmoral y le otorgó el carácter de infantilismo: el placer perverso es el retorno o regresión, o el mantenimiento o fijación, de una práctica sexual infantil.
El término perversión no es utilizado en Sexología, y quedó destinado para uso exclusivo del psicoanálisis que lo comprende en su contexto, y de la Psiquiatría clásica, no de la moderna, así como de la Medicina Legal no actualizada, que siguen utilizando el término, a nuestro entender, en forma equivocada y acrítica.

EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE PARAFILIA
El término Parafilia, aunque se construye con dos palabras griegas, es el adoptado en las Clasificaciones actuales de los trastornos psicosexuales a fines del siglo XX, pues carece de connotaciones peyorativas o morales. Pero hagamos una recorrida por los diferentes conceptos que fueron utilizados como sinónimos, algunos hasta la actualidad.

SINÓNIMOS Y CONCEPTOS AFINES
  1. Perversiones sexuales
  2. Desviaciones sexuales
  3. Anomalías sexuales
  4. Alteraciones sexuales
  5. Conductas excepcionales
  6. Preferencias sexuales
  7. Variantes sexuales
  8. Parafilias
Efectuaremos un análisis del alcance y sentido de cada uno de estos términos para comprender el adoptado por la ciencia en la actualidad: parafilias.

1. Perversiones sexuales
Son los síntomas patológicos que -solamente para el Psicoanálisis- descartan en cualquier caso la vida normal y llegan a reemplazarla. En esta escuela se entiende por normal "la subordinación de todas las excitaciones sexuales a la primacía de las zonas genitales, lo mismo que la de los placeres parciales al orgasmo heterosexual", según Yampey (54). El niño es un "perverso polimorfo" y la neurosis es el reverso de la perversión, pues mientras en la neurosis el individuo se angustia y lucha contra su regresión y fijación, en la perversión sexual no hay angustia ni lucha, sino "sintonía con el yo".
La sexualidad genital del adulto sano, procreativa y placentera, supone para el psicoanálisis ortodoxo un acto sexual normal, que Laplanche y Pontalis (32) definen así: "Coito conducente a la obtención del orgasmo con penetración vaginal con una persona del sexo opuesto".
Desde este modelo de normalidad, serían anormales las actividades sexuales autoeróticas como la masturbación, las homosexuales, Las realizadas con más de un compañero, cuando no hay penetración o en condiciones diferentes a las del coito para la obtención del orgasmo, como en el coito anal o el sexo oral. Esta postura no se compadece con la nueva nosología psiquiátrica aceptada por la Asociación Psiquiátrica Americana, expuesta en el DSM III (3) y el DSM IV (4) universalmente aceptadas. Ni siquiera como síntoma de una enfermedad psiquiátrica aparece ninguna de estas conductas presuntamente anormales.
Ya en 1967, el sueco Üllerstam (53) planteaba una posición muy radical respecto de las perversiones. Dice que "perversión es una palabra que debería ser suprimida; es buena sólo para los oscurantistas y los demagogos". "No puede ser" -dice- "que todos los fenómenos sexuales sean perversiones, excepto el coito heterosexual en el cual el hombre se coloca encima de la mujer". Este autor propone definir el perfil del instinto sexual como "el modo de empleo del goce sexual característico de cada individuo", a establecerse en base a cuatro criterios:
  1. "¿Cuáles son los actos o cuáles los excitantes que solos o combinados, pueden provocar en ese individuo sensaciones de goce sexual, erección, eyaculación y orgasmo?"
  2. "¿Cuáles son los comportamientos que han llegado a ser necesidades sexuales, coacciones sexuales?"
  3. "¿Cuál es el orden de preferencia entre diferentes actos, para satisfacer su instinto sexual?"
  4. "¿Cuáles son los comportamientos sexuales concretos que provocan en él angustia o bien sentimiento de culpabilidad?"
Y agrega que habría que determinar también cuál es su perfil de tabú y su perfil moral, como fuerzas interactuantes. Insiste en que el interrogatorio no es un método adecuado para obtener datos fiables, ya que la mayoría de los "anormales" se resignan, no consultan y se llevan a la tumba sus secretos sexuales. La postura radical de Üllerstam lo ha llevado a proclamar que "solo podemos estar seguros de una cosa: de que las "perversiones" ofrecen grandes posibilidades de felicidad. Y esa es la razón de que debamos estimularlas pues son buenas en sí mismas". Consideremos que en 1967 la lista de perversiones era muy amplia y su reclamo era justificado.
Casi simultáneamente, el psicoterapeuta norteamericano Albert Ellis (16) creador de la terapia racional emotiva, afirmaba que "la relación sexual tradicional puede llegar a ser técnicamente "perversa" si es la única posición técnica que emplea la pareja. Porque temen tener la libertad suficiente para probar otros métodos, para variar y obtener orgasmos mejores y mayor satisfacción". Hacia la década del 70, Eustace Cheeser (12) llegó a afirmar que "perversión y desviación son términos que expresan juicios morales individuales: no pertenecen al lenguaje científico; no describen los hechos del comportamiento, sino simplemente la manera como ciertas personas reaccionan emocionalmente ante dichos hechos". Este autor de un "Manual de Educación Sexual para Adultos", plantea la necesidad de trazar una única línea divisoria entre lo que la gente hace con consentimiento mutuo y lo que hace contra la voluntad de otra persona; el problema social y el antisocial. Y dice: "Tal vez el sexo sin amor, sea cual fuere la forma que asuma, sea la única y verdadera perversión".
Desde filas del psicoanálisis, Lempêriere y Fèline (33) han propuesto designar como desviaciones sexuales a la homosexualidad, por elección de un objeto total pero inhabitual: y perversiones a las parafilias restantes vinculadas a un objeto parcial. Corría el año 1979, y para entonces hacía 6 años que se había excluido la homosexualidad egodistónica de la lista de enfermedades mentales y quedaba la homosexualidad egosintónica, todavía, como patológica. Pero también se excluyó de la lista de enfermedades a esta última forma en 1987.
En Sexología, no se utiliza el término perversión sexual para calificar ninguna conducta.

2. Desviaciones sexuales
La calificación de desviaciones a conductas sexuales ha sido clásica y aun hoy se sigue aplicando, aunque ha cedido lugar al más preciso de parafilia. Desviación equivale a separación de la norma, de lo normal, alejamiento de las fuentes, del camino esperado, común, habitual, familiar.
"La palabra desviación se refería hasta hace poco" -dice Quijada (44)- "a la función reproductiva: de manera que todo acto íntimo, incluso en parejas matrimoniales, era desviado si no tuviera finalidad reproductiva". Más recientemente se aceptó que no se trataría de una desviación siempre que la variedad de caricias sexuales como el sexo oral (fellatio o cunnilingus), o el sexo anal "terminasen en eyaculación intravaginal y sin impedimentos artificiales para la procreación".
No obstante, aun más recientemente, en el ámbito popular se utiliza el término desviación sexual para calificar a lo que hoy conocemos por parafilias, que son universalmente reconocidas por patológicas, sin tomar en cuenta el carácter reproductivo sino placentero del acto. Es claro también que la falta de información hace que popularmente se siga considerando desviación a todo lo que individualmente se considere inadecuado o inmoral. De allí que se recomienda no utilizar el término en el campo científico y sexológico.

3. Alteraciones sexuales
Denominación propuesta por Gallardo (23) para "un conjunto de respuestas que han variado el carácter típico de ajuste sexual de un individuo, a un punto tal, que el patrón sexual se distancia significativamente de los medios típicos de contacto erótico o sustituyen radicalmente el objeto sexual al que se aspira como complemento".
El de las alteraciones sexuales es uno de los dos campos de la "anormalidad sexual", junto a las disfunciones sexuales, según el mismo autor. Acepta como sinónimos términos tales como variaciones, conductas alternativas, opcionales, etcétera. Por su carácter tan impreciso y abarcativo, se prefiere no utilizar el de alteraciones sexuales para referirse a las parafilias.

4. Conductas excepcionales
Ante las denominaciones frecuentes de perversión, alteración, aberración, referidas a las parafilias, Giraldo Neira (26) propone la de conductas excepcionales, para sustituir incluso a denominaciones comunes en culturas pluralistas tales como "minorías sexuales o eróticas" y "variedades de la conducta".
Citando a Beach, este autor dice que las conductas excepcionales se adquieren por un proceso de aprendizaje en que ha habido sustitución de estímulos, es decir, no se obtiene la excitación por el estímulo esperado (la mujer o el varón), sino por otros estímulos "externos". A veces son la resultante de un bloqueo o condicionamiento negativo que impide el aprendizaje de las pautas de conducta culturales, a la vez que permite otro condicionamiento atípico o culturalmente desaprobado. "Serían conductas normales" -dice- "pero socialmente no aprobadas".
Esta denominación tampoco es aceptada para denominar a las parafilias. Podría aplicarse a conductas normales culturalmente desaprobadas.

5. Preferencias sexuales
Se refiere a las peculiaridades, opciones libres y no impuestas ni compulsivas, utilizadas para la obtención de placer sexual. Son las seudo-desviaciones o seudo-parafilias. Pero no denominan a las parafilias.

6. Variantes sexuales
El primer autor en utilizar esta denominación fue Freud para definir a la homosexualidad en su "Carta a una madre norteamericana". Fue utilizada por Marmor (35), ex Vicepresidente de la Asociación Psiquiátrica, en 1973, año en que la homosexualidad fue reclasificada por esta Asociación, excluyéndola de los "trastornos mentales". Este autor considera que la homosexualidad se trata de "una mera variante de las preferencias sexuales", y por tanto tampoco se trataría de una parafilia.
Bianco (7) parte del concepto de variante fisiológica a partir del estimulo y la respuesta. Interesa sobre todo el concepto de que la respuesta sexual se presentará siempre que el estímulo sea eficiente, y la variante está dada por el origen u objeto que estimula; fuente heterosexual, homosexual, zoofílica, fetichista, etcétera.
Así habría variantes fisiológicas sexuales que serían fundamentalmente tres: 1) De persona u objeto que activa el funcionamiento sexual; 2) De método para desencadenar la respuesta; 3) De frecuencia. Habría patología sólo cuando se da fijación, exclusividad o especificidad de estos parámetros.
Todo comportamiento, normal o parafílico, estaría encuadrado en una forma de variante fisiológica sexual de Objeto, de Estímulo o de Frecuencia. Habrían variantes normales y patológicas. Las parafilias serían variantes patológicas. Esta denominación posee la ventaja de un lenguaje descargado de significados valorativos.

7. Anomalías sexuales
Esta denominación fue propuesta por Ganon y Simon (24) en 1967, y está obsoleta, pero plantea una interesante diferenciación de las conductas sexuales. Para ellos, habrían tres tipos de anomalías sexuales:
  • Anomalías normales: Son socialmente reprobadas pero a su vez son muy comunes, rara vez están en abierto conflicto con el orden social y son útiles como complemento de las costumbres aceptadas. Serían conductas sólo moderadamente anómalas. Estos autores ubican entre ellas a la masturbación, las relaciones prematrimoniales, los contactos orogenitales heterosexuales, juegos anales, el sexo en presencia de otros, la promiscuidad y hasta las relaciones extramatrimoniales.
  • Anomalías subculturales y socialmente estructuradas: Son las conductas sexuales más categóricamente reprobadas por la sociedad y en conflicto con los modelos sociales. Entre ella se cuentan: el intercambio de pareja, el sexo grupal, la homosexualidad.
  • Anomalías patológicas: Aquí están ubicadas las conductas tales como el incesto, el contacto sexual con niños, el exhibicionismo, el voyeurismo, las injurias agresivas, el sadomasoquismo, la bestialidad, la urolagnia, la coprofilia y la coprofagia, el travestismo y la necrofilia. También incluía la transexualidad.

Dr. Andrés Flores Colombino
Médico Psiquiatra, Geriatra Gerontólogo y Sexólogo Clínico
Miembro del Advisory Committee de la World Association for Sexology (WAS)
Presidente de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Sexología y Educación Sexual (FLASSES), Fiscal de la Sociedad Uruguaya de Sexología.

BIBLIOGRAFIA
  1. Alonso-Fernandez, F.: TRASTORNOS Y ABERRACIONES SEXUALES, En su: "Fundamentos de la Psiquiatría actual", T.2., p.107-129, Paz Montalvo 3ª, Madrid, 1977.
  2. Alvarez-Gayou,J.L.: CONCEPTO DE NORMAL EN SEXOLOGIA, En su: "Elementos de Sexología", p.57-62, Nueva Interamericana, México, 1979.
  3. American Psychiatric Association: DSM III. MANUAL DIAGNOSTICO Y ESTADISTICO DE LOS TRASTORNOS MENTALES, Masson, Barcelona, 1983.
  4. American Psychiatric Association: DSM IV. MANUAL DIAGNOSTICO Y ESTADISTICO DE LOS TRASTORNOS MENTALES, Masson, Barcelona, 1995.
  5. Alzate, H.: LAS PARAFILIAS, Revista Sexualidad Humana y Educación Sexual 2(2):3-25, Bogotá, 1979.
  6. Bataille, G.: EL EROTISMO, Tusquets, 3ª, Barcelona, 1979.
  7. Bianco Colmenares, F.: MANUAL DIAGNÓSTICO DE LAS ENFERMEDADES EN SEXOLOGIA, CIPPV, 3ª, Caracas, 1991.
  8. Bleger, J., Cvik, N., Grunfeld, B.: PERVERSIONES, Revista de Psicoanálisis 30:2, Buenos Aires, 1973.
  9. Boschi, I.: UNA CONCEPCIÓN SISTÉMICA DE LAS PARAFILIAS, Revista Argentina de Sexualidad Humana 7(1):52-60, Buenos Aires, 1993.
  10. Clavreul, J.: LA PAREJA PERVERSA, En: Aulagnier-Sparani, P.: "El deseo y la perversión", p.105-144, Sudamericana, Buenos Aires, 1968.
  11. Chazaud, J.: LAS PERVERSIONES SEXUALES, Herder, Barcelona, 1976.
  12. Cheeser, E.: ASPECTOS HUMANOS DE LAS DESVIACIONES SEXUALES, Central, Buenos Aires, 1975.
  13. Descamps, M.A.: PAIDOFILIA Y GERONTOFILIA, En: Volcher, R.(comp.): "Enciclopedia de la Sexualidad", p. 573-578, Fundamentos, Madrid, 1975.
  14. Descamps, M.A.: ZOOFILIA Y NECROFILIA, En: Volcher, R.(comp.): "Enciclopedia de la Sexualidad", p. 579-586, Fundamentos, Madrid, 1975.
  15. Eck, M.: LA PERVERSION SEXUAL, En: Volcher, R.(comp.): "Enciclopedia de la Sexualidad", p. 548-564, Fundamentos, Madrid, 1975.
  16. Ellis, A.: PERVERSIONES SEXUALES, En su: "Folklore del sexo", p.221-237, Grijalbo, México, 1970.
  17. Etchegoyen, R.H., Arensburg, B.: PERVERSIONES Y TRASTORNOS NEUROTICOS DE LA PERSONALIDAD, En su: "Estudios de Clínica Psicoanalítica sobre la Sexualidad", p.9-57, Nueva Visión, Buenos Aires, 1977.
  18. Fenichel, O.: LA PSICOLOGIA DEL TRAVESTISMO, En: Deustch, H. y ot.: "Psicoanálisis y desviaciones sexuales", p. 132-158, Hormé, Buenos Aires, 1967.
  19. Fenichel, O.: TEORIA PSICOANALITICA DE LAS NEUROSIS, Paidós, Buenos Aires, 1968.
  20. Flores Colombino, A.: PROBLEMAS ESPECIALES. PARAFILIAS Y VARIANTES SEXUALES, DELITOS SEXUALES, 9 p.m., UCUDAL, Montevideo, 1985.
  21. Flores Colombino, A.: DICCIONARIO DE SEXOLOGIA, Fin de Siglo, Montevideo, 1997.
  22. Freud, S.: TRES ENSAYOS PARA UNA TEORIA SEXUAL. I.AS ABERRACIONES SEXUALES, En su: "Obras Completas", T.2: 1172-1194, Biblioteca Nueva, Madrid, 1977.
  23. Gallardo, J.V.: NORMALIDAD Y ANORMALIDAD EN SEXUALIDAD, Revista Chilena de Sexualidad. Psicosexualidad 1(1): 9-21, Santiago de Chile, 1984.
  24. Ganon, J., Simon, W. (Eds): SEXUAL DEVIANCE, Harper & Rox, New York, 1967.
  25. Gindin, L.R.: PERVERSIONES Y NORMALIDAD. VARIANTES DE LA SEXUALIDAD, En su: Nueva sexualidad del varón", p.225-245, Paidós, Buenos Aires, 1987.
  26. Giraldo Neira, O.: CONDUCTAS EXCEPCIONALES, En su: "Explorando las sexualidades humanas", p.197-22, Témis, México, 1981.
  27. Hayman, R.: MARQUES DE SADE. VIDA DE UN CRUEL LIBERTINO, Lasser Press, México, 1979.
  28. Hartwich, V., Krafft-Ebing: PSICOPATIA SEXUAL, Progreso y Cultura, Buenos Aires, 1942.
  29. Hunt, M.: CONDUCTA SEXUAL ANOMALA, En su: "Conducta sexual en la década del 70", p. 344, Sudamericana, Buenos Aires, 1977.
  30. Karpman, B.: EL PSICOPATA SEXUAL, Paidós, Buenos Aires, 1975.
  31. Kolosimo, P.: PSICOLOGIA DEL EROTISMO, Plaza y Janés, Barcelona, 1974.
  32. Laplanche, J., Pontalis, J.B.: DICCIONARIO DE PSICOANALISIS, Labor 2ª, Barcelona, 1974.
  33. Lemperiêre, Th., Fèline, A.: LAS DESVIACIONES Y PERVESIONES SEXUALES, En su: "Manual de Psiquiatría", p. 168-181, Toray-Masson, Barcelona, 1979.
  34. Maccoby, E., Jacklin, C.: THE PSYCHOPATHOLY OF SEX DIFFERENCES, Palo Alto, Stanford University Press, 1974.
  35. Marmor, J.: BIOLOGIA Y SOCIOLOGIA DE LA HOMOSEXUALIDAD, Hormé, Buenos Aires, 1967.
  36. Meltzer, D.: LOS ESTADOS SEXUALES DE LA MENTE, Kargieman, Buenos Aires, 1974.
  37. Money, J., Ehrhardt, A.: DESARROLLO DE LA SEXUALIDAD HUMANA (DIFERENCIACION Y DIMORFISMO DE LA IDENTIDAD DE GÉNERO), Morata, Madrid, 1982.
  38. Money, J.: MAPAS DEL AMOR DENTRO DE LAS PARAFILIAS, VICTIMAS DE PATOLOGIAS Y VICTIMAS DE ESTAS VICTIMAS, Anales IV Congreso Latino americano de Sexología y Educación Sexual, T.2, p. 13-29, AAPF, Buenos Aires, 1988.
  39. Palem, R.M.: EROTIZACION DE LAS FUNCIONES URINARIAS Y DIGESTIVAS, En: Volcher, R. (comp.): "Enciclopedia de la Sexualidad, p. 631-638, Fundamentos, Madrid, 1975.
  40. París, C.: ENCICLOPEDIA DIDÁCTICA DE LA SEXUALIDAD, Planeta, Barcelona, 1995.
  41. Platón: LA REPÚBLICA, Aguilar, 2ª, Madrid, 1960
  42. Platón: POLÍTICA. Aguilar, Madrid, 3ª, 1960.
  43. Porta, A., Lang, P.: ABORDAJE DEL TRAVESTISMO Y EL TRANSEXUALISMO EN LA SOCIEDAD ACTUAL, Anales VIII CLASES, p.141, 143, Montevideo, 1997.
  44. Quijada, O.A.: DICCIONARIO INTEGRADO DE SEXOLOGIA, Alhambra, Madrid, 1983.
  45. Reinisch, J.M.: PRENATAL EXPOSURE TO SYNTHETIC PROGESTINS INCREASES POTENTIAL FOR AGGRESSION IN HUMANS, Science 211:1171-1173, 1981.
  46. Rodrigues, O.: ZOOFILIA: O AMOR COM OS ANIMAIS, Memorias VII Congreso Latinoamericano de Sexología y Educación Sexual, P. 359-368, Técnico Científica, La Habana, 1996.
  47. Rodrigues, O.: COPROFILIA: SEXO COM FEZES, Memorias VII Congreso Latinoamericano de Sexología y Educación Sexual, P. 369-376, Técnico Científica, La Habana, 1996.
  48. Rodrigues, O.M., Furlaneto, S.H.T.: EXHIBICIONISMO EN MULHERES BRASILEIRAS, Anales VIII CLASSES, Montevideo, 1997.
  49. Rosolato, G.: ESTUDIO DE LAS PERVERSIONES SEXUALES A PARTIR DEL FETICHISMO, En: Aulagnier-Spirani, P. y ot.: "El deseo y la perversión", p.9-48, Sudamericana, Buenos Aires, 1968.
  50. Saurí, J.: LAS PERVERSIONES, Carlos Lohlé, Buenos Aires, 1983.
  51. Tiefer, C.: LAS DESVIACIONES SEXUALES, En su: "Sexualidad humana. Sentimientos y funciones", Tierra Firme, México, 1980.
  52. Trimmer, E.S.: PARAFILIAS, En su: "Diccionario visual del sexo", p.181-200, Nauta, Barcelona, 1979.
  53. Üllerstam, L.: LAS MINORÍAS ERÓTICAS, Grijalbo, México, 1967.
  54. Yampey, N.: REFLEXIONES PSICOANALITICAS SOBRE LAS PERVERSIONES, En su: "Psicoanálisis, fundamento y técnica", p.296-302, Kargieman, Buenos Aires, 1981.

martes, 16 de noviembre de 2010

El Kamasutra, más que un libro de sexo

http://sexoamorrockandroll.blogspot.com/2010/11/el-kamasutra-mas-que-un-libro-de-sexo.html

He encontrado en el blog Sexo, Amor & Rock and Roll de Alejandro Fatouh una versión del libro del Kamasutra en edición digital que se puede descargar entera. Esta todo el texto o al menos en lo que he comprobado con una edición que tengo de papel esta tal cual. Como es bueno tener bibliografía y la fuente original en una buena traducción os paso el enlace desde donde os podéis descargar el archivo que Alejandro tiene alojado en un servidor suyo. Altamente recomendable, buscare a ver si puedo encontrar una versión digital completa del Ananga Ranga.

El Kamasutra esta compuesto por:
  1. Introducción" (4 capítulos): sobre el sexo en general, su lugar en la vida de un hombre, y una clasificación de las mujeres.
  2. "Sobre el acto sexual": una discusión en profundidad sobre los besos, varios tipos de juegos sexuales preliminares al acto sexual, orgasmos, una lista de posiciones sexuales, sexo oral, tabúes y ménage à trois.
  3. "Sobre la elección de una esposa" (5 capítulos): cortejo y matrimonio.
  4. "Sobre la esposa" (2 capítulos): conducta adecuada de una esposa.
  5. "Sobre las esposas de otros" (6 capítulos): principalmente seducción.
  6. "Sobre las cortesanas" (6 capítulos).
  7. "Sobre atraer a otras personas" (2 capítulos)

    Verdades y mentiras sobre el amor: Algunas investigaciones


    Parecen frases vacías de contenido si no fuera porque la ciencia está estudiando los mecanismos del amor y la veracidad o falsedad de ellas.
    Aquí, algunas de las frases que suelen asociarse al amor y su correlato científico.

    “Fue amor a primera vista”
    “Ciertamente, el ‘flechazo’ existe para la ciencia”, explica Agustín Ibáñez, investigador del CONICET y Director del laboratorio de Psicología Experimental y Neurociencias de INECO. “Sistemas de neurotransmisores que activan el circuito del placer (como la dopamina) pueden activarse rápidamente ante una persona que resulta atractiva, produciendo una sensación de bienestar y apego. Salvando las distancias, en el amor a primera vista interviene el sistema de recompensa, el mismo que se activa en las adicciones, y produce una sensación de placer no demorada. El atractivo físico, la fijación de la mirada, la simetría facial, la inteligencia en el hombre y la relación cintura-cadera y la edad en las mujeres actúan como inductores de la experiencia de flechazo”.

    “No se puede vivir sin amor”
    Es sabido que, a medida que crecemos, la ateroesclerosis –que puede producir infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares (ACV)–, aumenta. “Lo interesante es relacionar su progresión con la condición de pareja”, comienza Daniel López Rosetti, que es docente de psicofisiología, una rama de la medicina que estudia los fundamentos biológicos de las conductas emocionales.
    “Una investigación publicada en el Journal of Psychosomatic Medicine (confirmada posteriormente) mostró que los hombres casados desarrollaban menor nivel de ateroesclerosis que los solteros. Así interpretaron que la tranquilidad y la estabilidad emocional disminuían el nivel de estrés y generaban menor formación de ateroesclerosis”, explica. ¿Qué ocurre con las mujeres? “Se comprobó que quienes desarrollaban menor nivel de ateroesclerosis eran quienes manifestaban vivir una relación de pareja feliz. Así, se interpretó que en los hombres importa más el status (‘estar casado’), mientras que en las mujeres es central que sea un vínculo satisfactorio”.
    Otro estudio realizado entre más de 500 mil parejas formadas por mayores de 65 años mostró cuánto daña la salud la viudez: el riesgo de muerte aumentó hasta un 21% en los hombres que enviudaron y hasta el 17% en las mujeres.

    “El amor es ciego”
    Los estudios realizados a través de Resonancia Magnética Funcional por los ingleses Zeki y Bartels permiten observar qué regiones del cerebro se activan, por ejemplo, ante la foto del ser amado. Ellos “han mostrado que el amor romántico activa dos procesos cerebrales que favorecen la ‘ceguera’. Por un lado, las áreas que se asocian a la distancia social y a las emociones negativas (corteza prefrontal y áreas parieto-temporales) tienden a reducirse ante la observación de estímulos provenientes del ser amado. A la vez, se activan centros del placer y apego. Así, el enamoramiento parecería producir una fuerte gratificación y un ‘olvido’ de los aspectos negativos. Ello tal vez ayude a entender por qué cuando nos enamoramos experimentamos una sensación casi mística”, explica Ibáñez.
    Otro estudio de Zeki mostró que algunas de las áreas que se activan en el enamoramiento también lo hacen ante el odio desmedido.

    “La pasión no es amor”
    “Una cosa es la pasión erótica y otra muy distinta es el amor pasional. La primera se refiere al intenso erotismo sexual, por lo que serán dichosas aquellas parejas que logren mantenerla a lo largo de los años”, distingue el psiquiatra y psicoanalista Pedro Horvat. “Sin embargo, el amor pasional incluye la idealización y la dependencia, de modo tal que la autoestima depende absolutamente del vínculo. De este modo, cualquier sombra o amenaza de pérdida es suficiente para derrumbar la ilusión.

    “Está loco de amor”
    Si bien el investigador Arthur Aron, de la Universidad de Nueva York, sostiene que el enamoramiento puede durar hasta cuatro años, el reconocido psiquiatra Hagop Akiska asegura que “estar enamorado más de seis meses puede ser patológico”. Resulta que Akiska estudió personas enamoradas y encontró que sus niveles de serotonina (un neurotransmisor del sistema nervioso) eran similares a los de los pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo.

    “Los celos fortalecen la relación”
    La frase ‘si hay celos es porque hay amor’, es una falacia. Quien cree que ‘un poco de celos está bien’ porque demuestra interés, evidentemente no está recibiendo otras muestras de interés”, dice Luis Buero, autor del libro inédito “Cuando los celos te carcomen”.
    Cuando los celos se vuelven repetitivos y la comedia se transforma en tragedia, aparecen los celos patológicos: “Son un síntoma que tiene dos caras: una de sentido, por ejemplo, los de la persona que de chica vivió el abandono de alguno de sus padres y ahora carga con esa marca como mochila identificatoria. La otra cara es la satisfacción pulsional del síntoma: el goce mortífero que deviene en sostener ese terror a la pérdida y, a la vez, ese vínculo donde el deseo y lo placentero se vuelven insatisfechos o imposibles. Los celos patológicos son autodestructivos, destructivos del otro y del vínculo. A la vez son una demanda de amor netamente infantil”, describe Buero.

    “Amar es no pedir nada a cambio”
    Existen más de 40 estudios que muestran que dar o hacer bien a los demás contribuyen a la felicidad, la salud e incluso a la longevidad. “Hay una forma de amor, que no está basada en una evaluación de las cualidades del amado, no se ve limitada por la reciprocidad y tampoco se vuelca hacia el resentimiento al ser rechazado”, contestó el estadounidense Stephen Post, profesor de Medicina Preventina y autor del libro “Los beneficios escondidos de ayudar”.
    Y lo describe: “Se trata de la forma más pura de dar. Este es el amor libre de la ley de la reciprocidad, del apetito. Es un amor que considera que la alegría y la seguridad del amado son tan significativas como las propias (o incluso más) y, por ende, no necesita poseer, aferrarse o dominar. Este es el amor que suele existir entre grandes amigos, el que sienten los padres por sus hijos, el que vemos en los matrimonios exitosos”.
    Este amor involucra a la hormona oxitocina, afecta a una parte del cerebro (circuito mesolímbico) y nos permite sentir alegría. “Por eso, tiende a estar asociada más con la tranquilidad y la confianza que con la pasión y lo salvaje”.
    En 2008, una universidad de California estudió que cuando el cerebro segrega oxitocina, conocida también por tener un papel decisivo en el orgasmo, la generosidad aumenta hasta en un 80%.

    “Es infiel porque no está enamorado”
    “La infidelidad depende de muchos factores diferentes al enamoramiento. Como demuestran los estudios de la teoría del apego intergeneracional, ciertos patrones de conducta fiel o infiel podrían ser aprendidos en base a la historia familiar”, desmitifica Ibáñez.
    En 2008, una investigación del Instituto Karolinska, de Suecia, indicó que la variante de un gen provocaría una mayor o menor aptitud hacia la vida en pareja, por lo que sus portadores serían más infieles. Ignacio Brusco, director del Centro de Neurología de la Conducta y Neuropsiquiatría de la UBA, duda de que la clave de la fidelidad esté en los genes: “Esos estudios fueron hechos en animales, que tienen un sistema nervioso más primitivo. El ser humano es un ser social y cultural con capacidad de toma de decisiones a largo plazo, en el que, además de sus genes, intervienen su educación, sus creencias religiosas, sus obsesiones o sus represiones”.

    “Un gran amor nunca se olvida”
    El prestigioso neurobiólogo Antoine Bechara detectó un “conflicto cerebral”: aunque la relación haya terminado años atrás, el cerebro sigue disparando imágenes y reacciones corporales, como palpitaciones o dolor de estómago al ver la foto de aquella persona o al sentir un olor que la evoque. La explicación es que una parte del cerebro llamada amígdala (el centro de la memoria emocional) fija con más intensidad las situaciones atípicas y desconocidas. Cuanto mayor sea la información que se grabó hacia ese gran afecto, más reacciones –contra las que no podemos luchar–, va a seguir enviando.

    “Primavera, el mes del amor”
    Lo que la ciencia sabe es que el aumento de la temperatura, los días más largos y, la exposición a la luz solar aumentan los estímulos –especialmente los que entran por los ojos y por la nariz–, influyen en el erotismo y, previo paso por el Sistema Nervioso Central, provocarían una mayor predisposición a la erección y el deseo.

    Articulo original para el Diario Clarín de: Gisele Sousa Dias


    lunes, 15 de noviembre de 2010

    ¿Neurochip sexual?


    Los experimentos de ECP (estimulación cerebral profunda) han demostrado que se pueden colocar electrodos en zonas vinculadas al placer sexual (dopaminérgicas). Si es así ¿quiza el futuro nos depara neurochips imnplantados en el cerebro para curar determinadas patologías del ámbito de la sexología?

    sábado, 13 de noviembre de 2010

    Relaciones afectivas saludables

    Las relaciones afectivas dentro del contexto de la felicidad.

    Carácter. Disciplínalo

    "ES QUE YO SOY ASI!
    Esta es una de las frases más repetidas y desgastadas entre las personas con un carácter que reflejan todo el tiempo mal humor, amargura, soberbia, o cualquier tipo de personalidad que genera agresividad y malos tratos hacia los demás. Pero en realidad, nosotros tenemos internalizado muchos falsos conceptos acerca de nuestra verdadera personalidad, y una de las cosas primordiales que necesitamos saber es que nosotros no nacemos así como somos en el presente, por el contrario, todo nuestro entorno, nos va moldeando, y nos va permitiendo ir desarrollando hábitos, formas de resolver problemas, formas de sentirnos, formas de reaccionar a los estímulos de nuestro entorno, en fin, nos va encaminando hacia una cultura de vida, y esta forma la adaptamos, y la vamos apropiando como nuestra.
    Todos estos patrones de conductas que vamos asimilando, se van convirtiendo, en nuestra manera de ver la vida, afrontar las situaciones, e irnos convirtiendo en lo que somos. La mayoría de estos patrones de conductas, equivocados o no, los vamos internalizando durante la infancia, los expertos aseguran, que las personas van formando su propia personalidad hasta los 7 años de edad. Esto implica que la mayoría de las cosas que hacemos de adulto, es producto de lo que aprendimos a decir, hacer, creer, e internalizamos desde niños.
    Ahora que ya conocemos esta realidad, es bueno y considerablemente justo, que hoy cuando ya somos adultos, vayamos madurando, e incrementando lo sabido, porque ahora tenemos muchas herramientas que no teníamos cuando éramos niños, ahora tenemos mayor capacidad para pensar, para decidir, para imitar, para definir las cosas, para clasificar todo en lo que es bueno, malo, y lo que es mejor, es aquí, cuando podemos comprometernos, con dejar de decir, es que yo soy así, aceptando todos los errores y equivocaciones que nos aseguramos ser parte de quienes somos, y empezar a moldear nuestra forma equivocada de hacer las cosas. Es tiempo de empezar a plantearte algunas preguntas, y respondértelas a ti mismo.

    Preguntas de reflexión

    Reflexionemos por un instante y preguntémonos lo siguiente:
    • ¿Como es mi comportamiento con los demás?
    • ¿Cuanto tiempo de mi agenda diaria, la ocupo para reflexionar en como soy y me comporto?
    • ¿A quien me parezco, o a cuantas personas me parezco en mi forma de ser?
    • ¿Estoy de acuerdo de ser como soy?
    • ¿Como es mi relación con los demás?
    • ¿Hay personas que se han quejado de como soy?
    • ¿Cuales son las criticas mas comunes que la gente hace acerca de como soy?
    • ¿Lo que la gente critica acerca de mi, tiene relación a como yo me veo?
    • ¿Puedo intentar resolver las cosas que otros dicen que están mal en mí?
    • ¿Que otras opciones tengo para cambiar a ser de esa otra manera?
    • ¿Mi forma de ser a menudo me trae problemas con las personas que me rodean?
    • ¿Mi forma de ser a menudo me trae problemas con mis seres queridos, y he roto relaciones?
    • ¿Yo alguna vez he detestado como soy?
    • ¿Alguna vez he pensado en cambiar mi forma de ser?
    • ¿Me gustaría ser como alguien en particular? ¿Que es lo que más me gusta de esa persona?
    • ¿Que cosas detesto mas en la gente?
    • ¿Hay algunos traumas que ocasionaron que yo deseara ser así? ¿No he superado esos traumas?
    • ¿Hay algunos temores internos, que no he enfrentado y son los que me hacen reaccionar como lo hago?
    • ¿Me siento emocionalmente saludable, o creo que tengo problemas?

    Todas estas preguntas puedes planteártelas, y aun muchas mas, siempre y cuando desees ayudar en este sentido.

    Redefiniendo quién soy y quién quiero ser
    Luego de plantearnos todos estos interrogantes, e irnos contestando a nosotros mismos cada uno de estos planteamientos, ahora nos queda resolver otros asuntos, en nuestros diálogos internos.
    ¿Quién Soy? y ¿quién quiero ser?:
    ¿Quién soy?, en este particular, no es para referirnos, a lo que somos como personas, sino para referirnos a la forma como actuamos, y afrontamos la vida. Es esta parte de nosotros lo que queremos cambiar, porque nuestra forma de conducirnos, nos hace adoptar modelos, y patrones, que nos definen como persona, al proyectar una imagen que nos etiqueta delante de la gente.
    Es esta imagen la que queremos cambiar, no quienes somos, sino que hacemos, y esto dice mucho de nosotros.
    ¿Quién quiero ser? Es la forma como queremos empezar a vivir e interactuar, es la imagen que queremos proyectar acerca de nosotros mismos, pero no una imagen fingida, sino una imagen real, que revele un perfil saludable. Para ello, es necesario que aprendamos acerca de lo que es un perfil.

    Perfil: Conjunto de rasgos peculiares que caracterizan a una persona o cosa ( Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe S.A., Madrid)

    ¿Qué perfil quieres que la gente perciba en ti?

    Perfil: tipos
    Todos estamos conviviendo en sociedades que nos caracterizan y definen tanto socialmente como individualmente. Ejemplos de Perfiles Sociales:
    • Perfiles según Raza o Nacionalidad: Ej. Perfil de Latinoamericanos, Perfil de Occidentales, Perfil de los Venezolanos, etc
    • Perfiles según Clase Social: Perfil de una persona de Clase Alta, Perfil de una persona de bajos recursos, etc.
    • Perfiles según Vocación Profesional: Perfil de un Ingeniero, perfil de un abogado, perfil de un Educador.
    • Perfiles según Edad o Etapa de Desarrollo: Perfil de un Adolescente, Perfil de un Adulto, Perfil de un Anciano.
    • Perfiles según Género y Orientación Sexual: Perfil de una persona Heterosexual, Perfil de un Homosexual, Perfil de un Bisexual.
    • Perfiles según creencias religiosas: Perfil de un Sacerdote, Perfil de un Musulmán, Perfil de un Judío, Perfil de un ateo, etc.

    Cada uno de estos perfiles, están bien definidos y estructurados, con características, patrones de conductas, y enfoques que diferencian a unos de otros. Pero además de estos perfiles, hay otras características, que son propias de cada individuo, y que no están estrechamente relacionadas ni con su nacionalidad, raza, religión, orientación sexual, vocación profesional, ni clase social. Es a este tipo de perfiles, de los cuales nos estamos refiriendo en este curso, y es precisamente al perfil, que nos distingue en cuanto a las relaciones socio afectivo.
    Perfiles relacionados a las relaciones socio afectivo: - Ser Tolerable, amable, comprensivo - Ser estresante, problemático y extremadamente obstinado,
    • Ser egocéntrico, y desinteresado en cuanto a lo que le pase a los que están a su alrededor,
    • Ser una persona injusta y que quiere tener la razón como de lugar, a costa de lo que sea,
    • Ser una persona justa, etc.

    ¿Cuál es el perfil que te define? ¿Cuál es el perfil con el que te gustaría que te recuerden?

    Perfil ideal
    Todos tenemos y cumplimos diferentes roles en la sociedad donde nos conducimos; roles tales como padres de familia, representantes de nuestros hijos en una institución, hijos, hermanos, conyugues, abuelos, tíos. Primos, cuñados, sobrinos, yernos, suegros, en fin muchos roles, pero dependiendo como nos comportamos podemos tener varios perfiles dependiendo de nuestro comportamiento individual en cada uno de nuestros roles.

    Ejemplo:

    Marta es: Excelente Madre, Una obstinada suegra, Una esposa ejemplar, Una abuela consentidora, Una cuñada medio fastidiosa, Una hermana mayor muy regañona, y Una hija Rebelde, y una Estudiante Universitaria no muy buena.
    Miguel es: Un sobrino muy obediente, un hijo muy cariñoso, un hermano muy egoista, un novio muy celoso, y un cuñado insoportable.
    Y es posible que a cada cual le estemos proyectando una imagen muy diferente acerca de nosotros, pero en realidad son características individuales, pero no llegan a ser un perfil, porque a cada quien le estamos dando un trato muy distinto, esto revela que no tenemos un perfil definido.
    Cuando tenemos un perfil definido, esto nos hace tener la capacidad de proyectar un perfil único para todos, y aunque con cada una de las personas compartimos roles distintos, bajo normas distintas, bajo principios de autoridad diferentes, tenemos la facilidad de proyectarles una imagen general acerca de nosotros, ejemplo:
    Carlos es: Un hombre muy centrado en la vida, es justo, es honesto, reconoce sus defectos, es imparcial, es amable, es comprensivo, es cordial, y es de noble corazón.
    Para que estas características de Carlos sean un perfil, tiene que ser que estos patrones de conductas son iguales para todos; amigos, conyugues, familiares, compañeros de trabajo y de estudio, sobrinos, cuñados, vecinos, jefes, empleados etc.
    Lo que queremos resaltar en esta ocasión, es que Ud. debería enfocarse en lograr alcanzar un PERFIL QUE LE DEFINA A USTED, en cualquier lugar, circunstancia, ante cualquier persona, y aun cuando usted este solo, sea usted mismo quien juzgue ¡quién es usted!
    Ahora que se ha hecho esta aclaratoria, nuevamente la pregunta ¿quién quiere ser usted?

    Relaciones socioafectivas
    Las Relaciones Socioafectivas no pueden ser definidas según como nos la llevamos con los demás. Si no deben ser definidas según, lo que creemos nosotros mismos que son las relaciones socioafectivas. Es decir, no importan las relaciones socioafectivas, según lo hagan sentir a usted, sino según usted quiera crear sus propias relaciones socioafectivas, es decir, no hay que buscar excusas, ni culpables, busque usted de crear las relaciones socioafectivas saludables, no dependa de los demás, sea usted quien cree las condiciones saludables, y es precisamente a través del perfil que usted quiera crear de si mismo,
    ¿Qué perfil desea tener usted, para formar relaciones socioafectivas saludables?¿Ser una persona conciliadora? ¿Ser una persona comprensiva? ¿Ser una persona que prepara el ambiente para el dialogo?¿Ser una persona que provoca que las cosas buenas pasen? ¿Ser un emisario de la Paz?
    Si con estas características, están redefinido el perfil que usted va a estar empezando a crear le felicito, de no ser así, entonces de nada serviría haber tomado el curso, ¿verdad que si? Ya que usted está muy claro con lo que quiere hacer con su familia, en su ambiente de trabajo, de estudio, en su comunidad y en su entorno social, comience desde ya a ir trabajando en el perfil que desea grabar en los corazones de quienes le rodean, para mientras usted este vivo, y aun cuando parta de este mundo.
    Yo ya empecé, mi perfil es ser una persona conciliadora, motivadora, comprensiva, educadora, y pacificadora, espero usted se agregue a esa lista e incluya incluso cada día mas características favorables en su perfil, yo todos los días estoy trabajando en ello. No se resigne a ser lo que sea, o lo que el destino le puso en el camino, o lo que los traumas del pasado quieran hacer con usted, empiece a crear relaciones saludables, en las que todos ganes, tome conciencia, que el deber no es de los demás, el deber es nuestro.

    Sea líder de sus relaciones afectivas

    Las Relaciones Socioafectivas
    Ser líder, es más que tener una autoridad, es tener el control, es hacer que las cosas pasen, es ser el promotor de lo que se anhela tener, es crear y promover sus principios e ideologías, usted cree que se pueden tener relaciones socioafectivas familiares, empiece usted mismo a crearlas, sea el ejemplo, sea el modelo a seguir, sea quien comience el principio de ellas, si en su familia no existe armonía, no se queje, no busque culpables, no busque salvadores anónimos, comience usted a liderar en su familia, a favor de ella.
    Un buen, líder de las relaciones socioafectivas:
    • Crea el ambiente de armonía,
    • Perdona las equivocaciones de los demás, se disculpa y admite sus propias equivocaciones.
    • Renueva las oportunidades para volver a comenzar de nuevo, y restaurar lo perdido,
    • Se preocupa por ser el modelo a seguir,
    • Se preocupa más por el bienestar general que el suyo propio,
    • Delega responsabilidades y coopera con el cumplimiento eficaz de ella,
    • Establece metas, objetivos, y criterios para resolver los problemas.

    Si usted quiere tener un Perfil excelente, propóngase ser un Líder de las relaciones socioafectivas en su entorno, y desde ya, se está catalogando como un vencedor y una persona de éxito, y le esta asegurando el éxito a sus seres queridos.
    La paz de las relaciones socioafectivas no se negocia con nada, deje el orgullo a un lado, deje la falta de perdón a un lado, deje el enojo, la amargura, y los traumas a un lado. Perdone, avance y siga adelante, siempre adelante y no se detenga en el camino.

    Autor:
    Maria de los A. Pérez
    Fecha publicación: 26/01/2009