jueves, 12 de junio de 2014

Sexo seguro entre mujeres



Cuando hablamos de relaciones entre mujeres que practican sexo con otras mujeres y de las enfermedades de transmisión sexual (ETS), existe la falsa creencia de que dichas relaciones son seguras. Pero nada más lejos de la realidad. Aunque la mayoría de la información sobre las ETS se enfoca hacia los heterosexuales y hacia el colectivo gay masculino, hay que tener en cuenta que las relaciones lésbicas no están libres de dichas enfermedades, ya que el riesgo no estriba en la sexualidad de cada uno si no que varía dependiendo de las prácticas sexuales y número de parejas de cada individuo


Esa falta de información, tanto por parte de los medios como por parte de los facultativos, unida a la creencia de muchas mujeres, que opinan que el riesgo de las relaciones lésbicas es cero, hacen que sea necesario poner en práctica campañas de sensibilización tanto para unos como para otros. 

Las ETS más frecuentes entre las mujeres son: la tricomoniasis, el papiloma humano, las candidiasis, las clamidias, la vaginosis bacteriana y el herpes genital, además del VIH. Y lo peor de algunas de estas enfermedades es que, a veces, no ocasionan síntomas y resultan verdaderamente peligrosas ya que pueden provocar infertilidad y, además, deben tratarse las dos partes de la pareja para solucionar el problema. 

Por desgracia, el porcentaje de mujeres que se protege al mantener relaciones sexuales con otras mujeres es mínimo, es por ello os dejamos aquí una serie de consejos a tener en cuenta para aprender a protegernos y no poner en riesgo nuestra salud. 


  • A la hora de practicar el sexo oral, o el frote de sexo con sexo, debéis utilizar campos de látex, entre ellos se hallan el preservativo femenino, las barreras de látex o los condones


Barrera de látex.


  • En el caso de que la pareja esté menstruando, o tenga una infección vaginal, se debe evitar el sexo oral desprotegido. 



  • Si empleáis juguetes sexuales, éstos deben limpiarse adecuadamente y usarlos siempre con preservativos. De hecho, tiene que sustituirse cuando lo paséis de una a otra y también si los cambiáis de la vagina al ano




  • Respecto a la penetración manual, se pueden utilizar dediles o guantes de látex, especialmente si hay heridas en las manos. Existen guantes muy finos que se adquieren en farmacias y podéis untarlos con un poco de lubricante



  • Si vas a tener relaciones sexuales con una mujer e ignoras si es portadora del virus VIH, debes saber que existe el riesgo de la transmisión del virus en todas aquellas prácticas en las que sangre o flujo vaginal penetran en el organismo de la otra persona. Por lo tanto, la protección es fundamental. 
  • Y, ante cualquier síntoma, no dudéis en consultar con vuestro ginecólogo.

Autora: Gloria Montero
Publicado en: Oveja Rosa


Damos las Gracias a Mariajo Masapont por compartirlo


lunes, 9 de junio de 2014

Cómo hablar de sexo con tus hij@s



¿Te preocupa la educación sexual de tus hijos e hijas? ¿Sabes lo importante que es su satisfacción sexual y afectiva? ¿Te preocupan los estereotipos de género y la desigualdad en sus relaciones? Pues aquí te dejamos unas claves para tener en cuenta al tratar la educación sexual con los niños y niñas ¡una educación necesaria y la mejor medida preventiva!



viernes, 6 de junio de 2014

Paris años 20: Sexo y erotismo




Deslumbrantes, ingeniosos, insolentes, los años 20 son un momento mágico de la historia de París. La capital francesa se convirtió, durante esa década, en un torbellino de fiestas, laboratorio de vanguardias artísticas y centro de la revolución social mundial. El documental nos ofrece una oportunidad única de ver imágenes desconocidas de la época. Archivos recuperados de videotecas de todo el mundo, coloreados y sonorizados para conseguir un mayor realismo. El resultado final es una obra de arte que construye un retrato inédito de la época. Artistas de todo el mundo y todas las disciplinas, aristócratas y millonarios, gente de a pie y bohemios. Todos querían formar parte de la efervescencia que se apoderó de la capital francesa al finalizar la primera Guerra Mundial. Querían olvidar los horrores vividos, inventar un nuevo mundo sin guerras, un mundo de risas y placeres.

5 mitos sobre el sexo derrumbados por la neurociencia



Parecería que nos gusta tener todo debidamente ordenado: incluso el sexo debe tener unos ciertos rituales, nos debemos comportar de una forma en particular y las cosas que nos deben gustar son muy específicas. Si nos salimos de ahí, es un mundo nuevo y extraño, poco “normal”. Tenemos un montón de ideas sobre la sexualidad y el amor pero, también existen mitos y creencias. Pero parece que la ciencia gana una vez más… así que veamos estos mitos sobre el sexo desmentidos por la neurociencia

1. Los hombres están programados para engañar 

En primer lugar, si los hombres estuvieran genéticamente programados para engañar, las mujeres no se exaltarían cuando les son infieles. Además, hay que tener en cuenta que los genes no dirigen nuestro comportamiento sexual; sí puede predisponernos a ciertas actitudes, pero nuestros lóbulos frontales, encargados del juicio y la toma de decisiones, son los que tienen mayor peso en este caso. 

2. El porno le gusta solo a los hombres 

Lo cierto es que a nuestro cerebro parece gustarle el porno: ante una imagen sexual, la respuesta del cerebro es dos o tres veces más fuerte que con cualquier otro estímulo. Y esto no solo pasa en el cerebro de los hombres, también las mujeres lo hacen, aunque con algunas diferencias en las zonas de activación cerebral. Sin duda alguna, el gusto por el porno produce lo mismo en el cerebro de hombres y mujeres. 

3. El amor y el odio son polos opuestos 

Todo el mundo piensa que el amor y el odio son dos sentimientos opuestos. En los experimentos llevados a cabo con imágenes neuronales, se vio que cuando una persona sentía odio hacia algo, se iluminaban unas partes del cerebro, algunas de las cuales eran las mismas que las del amor. 

4. Los hombres quieren sexo, las mujeres amor 

Es una historia vieja como la humanidad misma: se nos ha hecho creer que hombres y mujeres quieren cosas diferentes. Sin embargo, el cerebro nos muestra que hay una gran variabilidad entre las personas independientemente de su sexo, es más: no hay diferencias en el cerebro en la parte relacionada al amor platónico. Además, hay encuestas que muestran que los hombres y las mujeres tienen las mismas razones para tener sexo esporádico. 

5. El amor es una emoción 

Muchas veces se cataloga al amor dentro del grupo de emociones, como el enojo o la sopresa; pero si has estado alguna vez enamorado sabrás que este sentimiento no es tan fugaz como los otros. Los neurocientíficos han descubierto que el amor es algo así como una “unidad” dentro del cerebro, como la que tenemos para la comida o el sexo. El amor romántico es una experiencia física muy fuerte que no solo permite que nos reproduzcamos, sino también que tengamos una mejor relación con nuestros pares, por lo que podría decirse que el amor es un aspecto evolutivo. La neurociencia ha derrumbado algunos mitos sobre sexo, pero tú, ¿qué otros mitos y leyendas sobre este tema crees que existen? 


Artículo escrito por: Lucia Vazquez – ojocientifico.com

Belleza femenina y cerebro masculino: Lóbulo Frontal




Que los hombres y las mujeres piensan muy distinto no es ninguna novedad. Pero hasta ahora se creía que esas diferencias de pensamiento se debían al funcionamiento de las hormonas sexuales o a causa de las presiones sociales que hacen que nos comportemos de una manera diferente ante una misma situación. En general, se creía que la estructura básica del cerebro y sus funciones principales eran las mismas para ambos sexos. Sin embargo, estudios científicos recientes han demostrado que este órgano posee una estructura diferente en hombres y en mujeres. Esta diferencia radica en que el cerebro masculino y el femenino se forman a partir de distintos programas genéticos, lo que provoca una gran cantidad de variaciones anatómicas. Los especialistas han confirmado además, que existen diferencias en los circuitos neuronales y en las sustancias químicas que transmiten los mensajes entre las neuronas.

Poliamor: Relaciones extrañas




Poliamor es un neologismo que significa tener más de una relación íntima, amorosa, sexual y duradera de manera simultánea con varias personas, con el pleno consentimiento y conocimiento de todos los amores involucrados. Con frecuencia se describe como "no-monogamia consensual, ética, y responsable." La palabra se usa a veces en un sentido más amplio para referirse a relaciones sexuales o románticas que no son sexualmente exclusivas, aunque existen desacuerdos acerca de qué tan ampliamente se aplica el término; la característica definitiva más ampliamente aceptada es su énfasis en la ética, honestidad y transparencia con todos los involucrados. El término se puede referir a la naturaleza de una relación en algún punto en el tiempo o a una filosofía u orientación relacional (similar a género u orientación sexual). Algunas veces es un término general que cubre varias formas de relaciones múltiples; los acuerdos poliamorosos son diversos.




Los testimonios de mujeres que han tenido partos orgásmicos han sido recogidos por la sexología científica desde mediados del siglo pasado. El tipo de mecanismo oxitocinérgico que activa la eyección del flujo que lubrifica la vagina para el coito, o el que bombea el liquido seminal desde la vesícula seminal y produce el reflejo de eyección del semen, es el mismo que el del reflejo de eyección de la leche; y también el del reflejo de los músculos uterinos para el proceso del parto. El matrimonio Masters y Johnson efectivamente comprobó que en todos los orgasmos se producen ‘contracciones’ del útero, sea cual sea el origen del proceso orgásmico, y además registraron el latido del útero durante el orgasmo con electrodos intrauterinos (orgasmos simples, múltiples, relajación final…).