La mujer yace boca abajo, estirada en la cama, con sus muslos levantados sobre un cojín y con las piernas separadas. El hombre se ve a si mismo con la fortaleza real de un paquidermo y un órgano de dimensiones enormes en concordancia. Se acuesta sobre ella, doblando la espalda, con sus muslos bajo ella de modo que pueda penetrarla mientras experimenta la suavidad de sus nalgas que ella empuja contra él. Puede que primeramente él quiera restregar su órgano entre las ancas de ella y usando el borde sus labios vulvares y el clítoris como si fuera la trompa de un elefante.
Dado que esta posición de entrada trasera no roza el clítoris es mejor utilizarla como fin de juego amoroso cuando la mujer ya se ha corrido y se encuentra fácilmente orgásmica. El hombre, desde luego, o la mujer misma, puede estimular el clítoris hasta darle satisfacción.
Vatsayama recomienda tambien la imitación de otros animales: "De la misma manera podemos imitar la unión del perro, de la cabra, del ciervo, el contundente montar del asno, la unión del gato, el salto del tigre, el frotamiento de un verraco, y el montar de un caballo. Y en todos estos casos las características de esos diferentes animales deben manifestarse procediendo al igual que ellos".
Con un aire distinto, puede ser que la pareja quiera girarse de un lado para descansar. Esto es a menuda bueno para un segundo o último orgasmo, dado que el hombre no necesita de una plena erección.
Tomado del libro: "Método Oriental del amor" de Kamala Devi. Ediciones ATI; Barcelona (1977)
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