Hemos tratado el tema de las diferencias cerebrales entre el hombre y la mujer en anteriores entradas. Para acabar con un día muy movido de edición de este blog espero que me permitáis una pequeña broma que después pienso desarrollar con mayor seriedad y extensión en entradas sucesivas.
Tened en cuenta que es casi medianoche y me quiero ir a dormir con una sonrisa simpática de complicidad con vosotros mis lectores. Al menos hoy por lo que ha cundido la edición y la búsqueda de materiales nuevos para poder trabajar toda la semana me parece que me lo he merecido. Como podéis comprobar no soy yo el chico que sale en el dibujo, supongo que la parte de mi cerebro que piensa en el sexo es muchísimo más grande.
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