lunes, 14 de marzo de 2011

¿Sexo Rapido?

Nuestro compañero Ruben B. Soto ha publicado un articulo en su blog muy interesante que os recomiendo que leáis y que reflexionéis sobre lo que se comenta en el mismo. Me da la impresión que muchas veces nos dejamos llevar por una cierta "mitología de la sexualidad" que se nos presenta a través del cine, de la TV, Internet o las revistas de moda que muchas veces no tiene mucho que ver con lo que es la realidad concreta en la que vivimos y amamos. Nosotros como profesionales siempre tenemos que intentar que el trabajo que hagamos con la gente les sea útil en las circunstancias concretas que ellos experimentan y en el entorno en el que se desenvuelven.
Las reflexiones que hace Ruben B. Soto me parecen muy adecuadas para un futuro profesional de la sexología en los tiempos que vivimos.


En los últimos tiempos he notado tanto en publicaciones digitales como tradicionales un aumento considerable sobre los artículos enumerando las virtudes del sexo rápido. Parece ser que abogar por este tipo de encuentro este de moda, se intenta trasmitir que es algo espontáneo y excitante que te sitúa automáticamente en una posición de ser una persona con mente abierta, más sexual e intrépido.
Como seguramente habrás deducido llegado a este punto, yo no estoy de a cuerdo con las supuestas virtudes que se le atribuyen al sexo rápido. Mi valoración es negativa respecto a esta práctica.
Antes de meterme más en la cuestión debo aclarar que no estoy radicalmente en contra. Siempre abogo por la experimentación de la sexualidad y de la vida. Por lo tanto no puedo estar radicalmente en contra de ninguna práctica sexual (salvo obviedades) cuando estoy a favor de la incesante experimentación y descubrimiento de nosotros mismo. La diferencia es que una cosa es la experimentación y otra cosa es la practica asidua.
Puede que el sexo rápido en tu caso funcione especialmente bien. Si es así, sigue adelante, no hay mejor consejo que escuchar sabiamente lo que el cuerpo nos pide. Ahora bien, debes saber algunas cosas que estoy seguro no habrás escuchado en ningún articulo sobre el sexo rápido:
A pesar de venderse como una práctica propia de una persona con al mente abierta que quiere innovar, el sexo rápido es el más primitivo y antiguo de los encuentros sexuales. El “aquí te pillo...” no tiene nada nuevo, y de hecho ha sido el “enemigo a batir” de los últimos 50 años por la sexología moderna.
Los encuentros fugaces tan Hollywoodienses que parecen tan excitantes en la pantalla cuando son practicados por actores mitificados como sex-symbol, nos pueden parecer la cúspide del refinamiento sexual. Pero en realidad es todo lo contrario. Y aunque estos encuentros ficticios suelen terminar con espectaculares orgasmos, la realidad suele distar mucho de la fantasía. Es un hecho que cuanto antes eyacule el hombre, menos intenso será el orgasmo de la mujer, si es que siquiera llega a producirse. Pero el hombre también sufrirá un orgasmo de mucha menos intensidad, porque la calidad del mismo también esta supedita en el hombre al tiempo del encuentro sexual.
Aunque los artículos que leo sobre las supuestas virtudes del sexo rápido suelen incluir sugerentes fotos que despiertan nuestra libido. Al igual que con el cine, lo más probable es que esto no se de así en la realidad. Así que sustituye en tu cabeza esas fotos que estás viendo cuando hablan de las ventajas del sexo rápido, en las aparecen modelos con lencería fina, una preciosa habitación de hotel de fondo y una copa de champan sobre la mesilla: por las de un varón en chandal con los pantalones bajados a la mitad de la pierna y una mujer con nada parecido a lencería fina, en algún lugar seguramente incomodo y probablemente nada erótico, romántico o agradable visualmente. Como ejemplo mencionar que todas las fotografías que he utilizado para acompañar esta entrada, están sacadas de artículos donde se habla de las supuestas ventajas del sexo rápido.
También debes tener en cuenta que usar preservativo (o no disponer de uno en el momento), o ciertos inconvenientes como que la mujer no haya tenido tiempo de lubricar, echarán freno a las expectativas del supuestamente maravilloso sexo rápido.
Aunque el mayor inconveniente es que practicado de forma asidua provoca en el hombre un aceleramiento del reflejo eyaculatorio, incluso puede ser causa de eyaculación precoz. Además acerca al hombre a la sexualidad primitiva arraigada en su subconsciente, la cual es ya de por si demasiado poderosa. No es conveniente potenciarla más si queremos una interacción sexual armónica con los anhelos sexuales de los dos miembros de la pareja.
Una de las cosas que me llama la atención y que comparten muchas de las publicaciones que hablan sobre las supuestas virtudes del sexo rápido, es que normalmente suelen incluir tips interesantes pero que no tienen nada que ver con el sexo rápido. Lo cual creo que despistan al lector, ya que este puede entender que todo lo que está leyendo tiene el mismo valor. Cosas como “usa lencería sexy”, “ponte guapa”, “utiliza tus juguetes sexuales”, “piensa en él durante el día para que el encuentro sea más hot”, “cuida tu cuerpo” etc., están muy bien y son acertados. Pero no tienen nada que ver con el sexo rápido, en realidad tienen que ver con el sexo planificado.

Pseudo sexo rápido
Existe una modalidad que yo denomino pseudo sexo rápido, que es más satisfactoria, aunque sigue contando con los principales inconvenientes anteriormente citados.
El pseudo sexo rápido es como su nombre indica un modalidad de sexo rápido ficticia. Consiste en preparar de antemano un encuentro de sexo rápido, por lo que obviamente desaparecen las supuestas ventajas del mismo (la no planificación), pero lo hace a efectos prácticos más apetecible.
Después de cuidar atentamente la higiene personal, de preparar nuestra mejor ropa intima, y obviamente estoy haciendo referencia tanto a los varones como a las féminas (todavía a día de hoy los primeros suelen descuidar un tanto estos aspectos.). Se puede acabar como por casualidad en algún lugar que consideremos apropiado, ya sea por el morbo del mismo, por resultar idílico o porque encaje perfectamente en nuestra estrategia de sorprender a nuestra pareja. Astutamente podemos llevar preservativos a mano, lubricante si es necesario y ropa la cual pueda ser desprendida de nuestro cuerpo fácilmente.
Sexo planificado
Considero que el mejor sexo es sin duda el planificado. Incongruentemente tenemos una pequeña alarma mental que empieza a sonar cuando escuchamos “sexo” y “planificado”. Parece que esta definición encierra el aburrimiento, la monotonía, la falta de creatividad y como resultado final una experiencia sexual mediocre. Esto es un error. La mejor manera de hacer algo es planificarlo con anterioridad, para construir una casa la planificamos con anterioridad, todo el mundo entiende perfectamente que sin este proceso la casa tendrá graves deficiencias. Cuando escribimos una novela, pintamos un cuadro o incluso cocinamos para nuestros invitados, requerimos de planificación o de lo contrario el resultado final no será tan bueno como podría ser.
Lo mismo ocurre con nuestra sexualidad. Y precisamente la planificación nos da la oportunidad de salir de la rutina, experimentando nuevas posturas, nuevos lugares, aromas, sabores, juegos, etc. La planificación nos permite ser realmente creativos, alcanzar todo nuestro potencial y disfrute sexual.
Un encuentro sexual mediocre es posiblemente fruto de la falta de planificación y si somos incapaces de alcanzar la excelencia mediante este proceso, no es culpa del mismo, sino de nuestras propias limitaciones. Tal vez debamos involucrarnos más en nuestra sexualidad y en nuestra pareja, en nuestros deseos y expectativas junto con las de nuestra pareja, porque estos sean los verdaderos problemas de fondo.
También es cierto que cuanto más nos comprometamos con nuestra sexualidad, cuanto más estudiemos, practiquemos y planifiquemos, menos falta hará dedicar al mismo proceso. Lo cual no quiere decir que este exento del mismo. Al Igual que un arquitecto, escritor, pintor o cocinero que haya estudiado con vehemencia hasta alcanzar el grado de la maestría: no necesitará dedicarle tanto tiempo a la planificación, porque todo nacerá de una manera mucha más fluida de su abanico de conocimientos y experiencias.
Planificación flexible
La energía del sexo espontáneo no es incompatible con la planificación y atención previa que nos merecemos en nuestra vida sexual. En realidad se puede integrar y trabajar en sinergía en lo que yo llamo: Planificación flexible. Planificar un encuentro sexual no quiere decir que se tenga que producir a una hora exacta en un lugar preciso. Podemos encender unas velas por la casa, podemos llevar nuestra ropa más sexy, disfrutar de una copa de vino o incluso tener algunas posturas acrobáticas del kamasutra memorizadas para cuando llegue el encuentro, pero este se producirá cuando de manera natural los amantes lo dispongan.
Puede que incluso no se llegue a realizar o suceda horas después. Porque todo derive en una conversación apasionante, en un cambio de planes, como salir a cenar fuera o un juego inesperado como contemplar las estrellas o zambullirse en la piscina del jardín. Así que puede que nuestras velas se consuman solas, mientras hacemos el amor en la piscina y tengamos que dejar nuestras posturas acrobáticas del kamasutra para otro momento.
Pero esto no quiere decir que la planificación no haya sido provechosa, ya que precisamente el inicio de esa velada planificada, es la causa del encuentro sexual que acabo horas después en otro lugar. La planificación, el cuidado de los detalles, la atención a mejorar nuestra vida sexual, siempre será un bumerán de satisfacción que volverá a nuestras manos.
La energía mental que requiere cuidar día a día nuestra relación sexual con nuestra pareja, mantendrá viva y poderosa la llama del deseo. El sexo debe estar en nuestra cabeza si queremos un buen resultado, como el plano, la historia, la imagen o el sabor deben estar en la cabeza del arquitecto, el escritor, el pintor o el cocinero durante la mayor parte del día. El descuido es lo que causa la mediocridad ¿sino le dedicas tiempo, energía y esfuerzo a tu vida sexual, como puedes esperar un buen resultado?
La mejor formula para disfrutar de una vida sexual plena y completamente satisfactoria es dedicarle tiempo al sexo, tenerlo en la cabeza: planificando y cuidando los detalles. Practicarlo en abundancia. Y como ingrediente secreto, cultivar el deseo en nuestra imaginación hasta que el encuentro se materialice.

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