viernes, 18 de marzo de 2011

La anorgasmia: El fantasma perenne de la represión

La anorgasmia es un problema que afecta a millones de mujeres en todo el mundo. Se sabe que entre el 6 y el 11% de las mujeres nunca han experimentado un orgasmo, entre un 7 y un 22% no logran alcanzar el orgasmo mediante el coito (pero sí por otros medios) y entre el 10 y el 22% de las féminas presentan orgasmos coitales pero de manera muy irregular. A esto se le debe agregar que durante las primeras relaciones sexuales sólo un porcentaje mínimo de mujeres logra alcanzar el orgasmo (si bien para el final del primer año ya el 80% de las mismas lo ha experimentado).
Hasta la década de los años ’70 se le llamaba frigidez, un término que se consideró inadecuado y que en la actualidad ha sido suplantado por “trastorno de la capacidad orgásmica”. Hoy por hoy los especialistas concuerdan en que la anorgasmia es un bloqueo, imposibilidad o incapacidad para alcanzar un orgasmo tras una respuesta excitatoria normal. Masters y Johnson hablan sencillamente de la "incapacidad de una mujer para alcanzar el orgasmo” mientras que Helen Kaplan brinda algunas ideas más interesantes sobre la anorgasmia afirmando que usualmente las mujeres que sufren sólo de un bloqueo del componente orgásmico de la respuesta sexual poseen un intenso impulso sexual e incluso puede que no manifiesten ninguna inhibición importante de los sentimientos eróticos ni del componente vasocongestivo de la respuesta sexual. No obstante, las mujeres que sufren de anorgasmia experimentan una suerte de “bloqueo” en la fase de meseta, lo que les impide llegar al orgasmo. En otras palabras: la mujer con anorgasmia presenta una respuesta sexual “normal” ante los estímulos eróticos hasta la fase de meseta pero posteriormente algo se interpone en la misma y le impide llegar al orgasmo.
Esta idea, aunque pueda parecer banal, presupuso un vuelco en la comprensión de la anorgasmia ya que antiguamente se pensaba que la mujer anorgásmica “no podía sentir”; sin embargo, Kaplan deconstruye este mito mostrando que estas féminas pueden disfrutar de la relación sexual si bien no alcanzan el orgasmo.

Para diagnosticar la anorgasmia el Manual de los Trastornos Mentales identifica tres puntos clave:
  1. La ausencia o un retraso persistente o recurrente del orgasmo después de una fase de excitación sexual normal.
  2. La ausencia del orgasmo provoca un malestar acuciado tanto personal como en la relación de pareja.
  3. No existe otro trastorno asociado de forma que la anorgasmia pueda considerarse como un síntoma del mismo y la persona no está ingiriendo algún tipo de fármaco o sustancia que incide en su respuesta sexual.
En este sentido debe puntualizarse que aproximadamente el 75% de las mujeres que acuden a las consultas de sexualidad se quejan porque no pueden experimentar un orgasmo coital pero si mediante otras formas de estimulación como la masturbación o la estimulación del clítoris. Así, en torno a la anorgasmia no sólo se esconde una problemática individual sino que existen numerosos mitos que deben ser desmontados como el hecho de que el único orgasmo valedero es aquel que se alcanza en el coito mediante la penetración (de hecho, se conoce que aproximadamente el 98% de las féminas que se masturban lo realizan exclusivamente mediante la estimulación del clítoris).
De la misma manera, usualmente la capacidad orgásmica mejora con la edad. Según estudios publicados en las revistas BJU International y Journal of Sexual Medicine el principal motivo de consulta en las clínicas de sexualidad en las mujeres entre los 18 y los 30 años es la anorgasmia mientras que con el paso del tiempo este problema se minimiza para dar paso a la falta de deseo sexual.

¿Qué nos indican todos estos datos?
Sencillamente que la anorgasmia es una problemática de índole meramente psicológica que sienta sus raíces más profundas en lo que la sociedad confirma como válido y adecuado para la sexualidad femenina. De hecho, para Masters y Johnson sólo el 5% de los casos de anorgasmia presentan causas orgánicas como los trastornos circulatorios de la región pélvica, condiciones médicas que afectan los nervios de la misma (como la esclerosis múltiple o la neuropatía diabética), las anomalías anatómicas de la vagina, del útero o de las estructuras de soporte de la pelvis y la vaginitis recurrente grave.

Entonces… ¿qué sucede con el 95% restante de las féminas que sufren de anorgasmia?

En estos casos las causas pueden ser múltiples, indicando desde una educación puritana y en extremo restrictiva y acusadora de la sexualidad hasta la vivencia de experiencias traumáticas o la falta de información sobre las temáticas sexuales. Pero más allá de las causas desencadenantes, en la base de las mismas se encuentran siempre dos factores: el miedo y la falta de conocimiento.
Debe tenerse en cuenta que el orgasmo es el clímax de la relación sexual; por ello, muchas mujeres temen perder el control. De esta forma, se someten a un fuerte escrutinio durante la relación sexual que les impide vivirla plenamente y alcanzar el orgasmo. Obviamente, en muchas ocasiones este mecanismo no transcurre de manera consciente. No obstante, a un especialista de la psiquis no le escapa el hecho de que muchas de las mujeres que sufren de anorgasmia también presentan acuciados rasgos obsesivos, sufren de ansiedad y son hipercontroladoras. Si a esto le sumamos los sentimientos de vergüenza relacionados con la sexualidad y la falta de conocimiento del propio cuerpo, entonces no es difícil comprender cuál es el mecanismo de base de la anrogasmia.

Fuentes:
  • Sammy E. et. Al. (2010) Female sexual dysfunction in urological patients: findings from a major metropolitan area in the USA. BJU International; 106(4): 524-526.
  • Davison, S. L. (2009) Sexually Satisfied Women Have Better General Well-Being and More Vitality. Journal of Sexual Medicine; 6(10): 2690-2697.
  • Kaplan, H. (1986) La Nueva Terapia Sexual. Alianza.
  • Masters, W. & Johnson, V. (1978) Respuesta Sexual Humana. Inter-Médica.

Cada día me gustan más los artículos que publica Jennifer Delgado Suárez en: El Rincón de la Psicología. Para mi que es de lo mejor que he encontrado en formato blog hasta ahora.


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