miércoles, 5 de enero de 2011

Terapía aversiva: una "cura" para la homosexualidad

Imagen sobre Terapia aversiva
tomada de la película: "La Naranja Mecánica".

Hace algunos años la homosexualidad era considerada una enfermedad mental; usualmente a su carga patológica se le sumaba la problemática moral y social. Así, los centros psiquiátricos acogieron a muchas personas cuyo único “problema” era sentirse atraídos por personas del mismo género. En un intento de “curar” la homosexualidad, se utilizaron los tratamientos más diversos, uno de ellos fue la terapia aversiva.
La terapia aversiva es un tratamiento psiquiátrico en el cual el paciente se expone a dos estímulos de manera simultánea: uno de ellos es la actividad o estímulo que se desea erradicar y el otro es un estímulo que provoca cierto grado de displacer o incluso dolor. Vale aclarar que los orígenes de este tratamiento se fundamentan en los experimentos de Pavlov pero en la actualidad no se utiliza, al menos en los países occidentales; si bien se prohibió hace tan solo cuatro años. Este tratamiento no era utilizado únicamente para “curar” la homosexualidad sino también para combatir la pedofilia o para eliminar hábitos infantiles tan inocuos como chuparse el dedo o para dejar de fumar y beber.
Pero sin lugar a dudas esta terapia fue ampliamente utilizada para curar la homosexualidad, usándose los más diversos estímulos aversivos. Por ejemplo, el caso más conocido proviene del 1962 cuando el joven capitán Gerald William Clegg-Hill fue arrestado en Southampton y sentenciado a seis meses de terapia aversiva. Pasados tres días el capitán murió, los doctores que atendieron el caso afirmaban que su muerte se debió a causas naturales pero un examen realizado 30 años después confirmó que la causa de la muerte fueron una serie de convulsiones que le produjeron un estado comatoso, resultado de las inyecciones de apomorfina, un fármaco que produce fuertes vómitos. Así, la terapia consistía en mostrar fotografías de hombres desnudos seguidas de inyecciones de apomorfina que le provocarían violentos vómitos. De esta manera, el capitán asociaría las náuseas y los vómitos con la homosexualidad, haciendo que ésta se convirtiese en una idea repugnante que lo condujese a cambiar su orientación sexual.
En el año 1965 se produjo otro caso que llegó a los medios de la mano de la BBC, el de Peter Price, un joven que fue enviado a un hospital psiquiátrico en Chester para que se tratase su homosexualidad. En esta ocasión los doctores decidieron combinar las imágenes de hombres desnudos con electroshock y diferentes drogas de potentes efectos secundarios.
Pero al mismo tiempo, otros jóvenes eran sometidos a tratamientos idénticos; como es el caso de Colin Fox, que ingresó por voluntad propia en un hospital de Manchester para intentar encajar en las expectativas de su familia y olvidar sus impulsos homosexuales. También en este caso el electroshock fue el estímulo aversivo que se unía a la presentación de imágenes de hombres en poses eróticas.
En la actualidad no se conoce cuántas personas se expusieron (de manera voluntaria o no) a este tratamiento que llegaba a ser altamente doloroso pero se conoce que era muy usual en la década de los "50" y los "60", sobre todo en los institutos de salud mental militares.
Según un informe realizado en el año 1987por la American Medical Association, este tipo de terapia se comenzó a utilizar en el año 1935. En aquel momento al paciente se le pidió que fantaseara con hombres mientras recibía las descargas eléctricas. Después de cuatro meses el doctor consideró que el tratamiento había tenido un 95% de éxito.
En otro experimento realizado en el 1967, a los hombres se les propiciaba una dosis de tetosterona mientras le mostraban videos de hombres desnudos de forma que pudiesen excitarse y provocar una vez más el estímulo doloroso o desagradable. En esta ocasión se sometieron al tratamiento un total de 43 hombres, pero se reveló que en el 31% de la muestra no fue efectivo.
Vale aclarar que muchas de las personas que suministraban estos tratamientos probablemente actuaban de buena fe (si bien no puede excluirse que existieran algunos particularmente propensos al sadismo). En aquel tiempo ellos consideraban que el tratamiento era un mal menor para aliviar un mal mayor; compartiendo la cognición social que afirmaba que la homosexualidad era una enfermedad como la esquizofrenia, no es extraño que se aplicasen los mismos tratamientos, el electroshock.
En resumen, páginas negras de la historia de la Psicología y la Psiquiatría que estaban motivadas por el desconocimiento científico y la adopción de los estereotipos sociales.

Fuentes:
  • D’Silva, B. (Agosto, 1996) When gay meant mad. En: The Independent.
  • (Agosto, 1996) Dark Secret: Sexual Aversion. En: BBC.
  • Council on Scientific Affairs of the American Medical Association (1987) Aversion therapy. Journal of the American Medical Association; 258(18): 2562-2565.
  • Macculloch, M. J. et. Al. (1967) Aversion Therapy in Management of 43 Homosexuals. British Medical Journal; 2: 594-597.
Publicado originalmente en el Rincón de la Psicología:

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