miércoles, 8 de agosto de 2012

Trabajo del suelo pélvico como prevención de enfermedades y promoción del placer

El ejercicio activo con el suelo pélvico no es solo cosa de mujeres mayores y que han dado a luz. Debe trabajarse prematuramente para prevenir enfermedades importantes como la incontinencia urinaria y para promocionar ventajas importantes en la obtención de placer 


¿Qué es el suelo pélvico? 

Podríamos decir que el suelo pélvico es una red muscular que, principalmente tiene la función de sostén de diferentes órganos como pueden ser la vejiga, el recto o el útero, a los cuales mantiene en suspensión en contra de la fuerza de gravedad. Cuando esta red muscular está ejercitada, conseguimos que los órganos que sujeta estén en su posición. Sin embargo, cuando estos músculos no están tonificados, se produce cierta caida de los mismos que puede dar problemas y molestias. 


Complicaciones producidas por la falta de tonicidad del suelo pélvico 

En el caso de la mujer, la complicación más frecuente y conocida es la incontinencia urinaria, especialmente de esfuerzo. Pero puede existir también alteración en la lubricación vaginal así como disminución de la sensación orgásmica y prolapsos (salidas al exterior de órganos como la vejiga o el útero) En el varón se pueden producir complicaciones relacionadas con la erección. 

¿Cuándo se debe empezar a trabajar la musculatura pélvica? 

Aunque solemos escuchar que es recomendable ejercitar estos músculos tras el parto, es importante empezar a trabajarlos de manera precoz. El estilo de vida que existe actualmente en las sociedades occidentales y, el sedentarismo especialmente, hace que, incluso a edades tempranas, se presente cierta alteración del tono muscular. 

 
¿Cómo se trabaja el suelo pélvico? 
  • Ejercicios de Kegel: La manera más sencilla de trabajar sobre estos músculos es mediante los conocidos como "Ejercicios de Kegel". Estos, fueron creados por el Dr. Arnold Kegel para el fortalecimiento del suelo pélvico. Existen muchas maneras de realizarlos, pero todas ellas están basadas en la contracción y relajación del músculo pubococcígeo, que es el principal músculo del suelo pélvico. Una manera de comprobar que se está realizando bien el ejercicio es introduciendo las primeras veces uno o dos dedos en la vagina y contrayendo la musculatura pélvica hasta apretarlos. Otra forma consiste en, colocar dos dedos en la carne que queda situada entre la vagina y el ano ( o base de los testículos y ano en el caso del varón) estando en la posición tumbada, con las piernas flexionadas y realizando la contracción, sintiendo como el ano se eleva y observando un ligero movimiento de los dedos hacia nuestro cuerpo. En el movimiento de relajación, se debe observar un ligero movimiento de los dedos hacia la posición inicial. La técnica conocida de interrumpir el "chorro" de orina está desaconsejada, ya que favorece la aparición de infecciones urinarias. Una vez que se está familiarizado con el movimiento muscular, se puede realizar en cualquier momento y lugar. Es importante ser constante y alcanzar aproximadamente unas 200-300 repeticiones diarias, aunque inicialmente se puede empezar con un número más reducido de repeticiónes. 
  • Gimnasia abdominal hipopresiva: Introducida recientemente por Marcel Caufriez, mediante la cual se trabaja la musculatura pélvica así como la musculatura profunda del abdomen, la cual sujeta los órganos pélvicos y protege a la columna vertebral. Es importante practicarla bajo la supervisión de un profesional inicialmente para su correcta realización y alineamiento corporal. 
  • Bolas chinas: Este juguete erótico es en algunos casos un buen aliado para el trabajo del suelo pélvico. No obstante es recomendable una valoración de la musculatura pélvica para comprobar si, en cada caso particular está indicado o contraindicado. En el caso de utilización no es recomendable empezar con unas bolas chinas dobles. Se debe comenzar con una sola bola e ir incrementando paulatinamente el peso. En el mercado existen ya ciertas bolas que incluyen varios pesos para ir combinándolos a medida que se avanza en el entrenamiento. 
Otros aspectos que favorecen el mantenimiento de un buen tono muscular pélvico son el ejercicio activo, los orgasmos o maniobras preventivas como contraer la musculatura al toser, estornudar o reir a carcajadas. Un suelo pélvico bien entrenado nos ayudará a prevenir la incontinencia urinaria y nos potenciará y mejorará las condiciones físicas para mejorar el placer en muchas de las prácticas eróticas. 

Articulo original escrito por: Ruth Arriero de Paz Enfermera y sexóloga

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