Una de las causas que llevan a que un hombre y una mujer se enfrenten durante su matrimonio, es desconocer las diferencias entre ellos, tanto biológicas como físicas.
Las diferencias físicas son indisputables y afectan en parte a la conducta de hombres y mujeres. Las diferencias psicológicas pueden derivarse de la cultura, la socialización y del ambiente en general.
Sea cual sea su origen, las diferencias existen y lo mejor es usarlas de una manera provechosa; además si esas diferencias son bien entendidas y aceptadas, puede contribuir a que la pareja se complemente y consolide como tal.
Las diferencias físicas, se reafirman desde que llevas la clase de biología en la secundaria, pero ¿y las diferencias psicológicas? ¿Sabes cuáles son? No es una regla, pero sí son las diferencias más comunes que se perciben entre hombre y mujer.
La mujer
- Se orienta hacia la gente, tiene más posibilidades de establecer relaciones interpersonales óptimas.
- Es predominantemente verbal, afronta los problemas hablando, rara vez incurre en violencia.
- Es sumamente emotiva.
- Posee un alto grado de intuición.
- Se apasiona más por las tareas que emprende, proyecta sus emociones y su propia identidad en el trabajo que lleva a cabo.
- Se interesa por los detalles humanos y personales, así como por las anécdotas.
El hombre
- Se orienta hacia las cuestiones prácticas, las tareas, las obligaciones y las cosas, más que hacia las personales.
- Es predominantemente físico, afronta los problemas actuando, y en las discusiones puede llegar a ser violento.
- Es sumamente práctico.
- La intuición decrece para dar paso a la lógica.
- Realiza sus tareas de manera intensa y objetiva; mantiene su identidad al margen del trabajo.
- Se interesa más por los hechos y los datos.
Y es que pueden parecer "simples" estas diferencias, pero son realmente de gran relevancia para una vida en pareja.
Por su lado sentimental, las mujeres pueden malinterpretar muchas acciones de su esposo o novio; acciones que en la mayoría de los casos, nunca fueron acciones intencionales, sino más bien apelaron totalmente a esa característica tan inherente en el hombre: ser más prácticos y lógicos.
Esto es básico para poder construir una vida más sana, alejados totalmente de toda malinterpretación, de todo conflicto, si se comprende a ciencia cierta que SÍ hay diferencias y que en ellas radica la clave para que todo sea más fácil.
Quizás en el momento será difícil recordar las diferencias que hay entre los hombres y las mujeres, pero al menos se tendrá una base para que después de algún enfrentamiento, se pueda dar un mejor análisis de la situación.
¡Así que no olvides las diferencias... seguro que tu vida será más fácil y placentera!
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