Muchas personas asumen una actitud hipercrítica sobre la pornografía sin siquiera detenerse a reflexionar un poco sobre el tema. Quizás muchos adoptan esta postura de rechazo porque resulta más cómoda pero lo cierto es que la pornografía es un fenómeno con múltiples aristas y rechazarla sin argumentos sólidos no es la mejor solución.
Por ejemplo, investigadores de la Universidad de Hawai se preguntaron si la pornografía podría disminuir la tendencia a cometer crímenes de índole sexual. Y es que una de las teorías sobre la pornografía afirma que la misma tiene un poder catártico mediante el cual las personas canalizan aquellos deseos que no pueden poner en práctica.
Pues bien, los resultados de esta investigación confirman esta hipótesis; es decir, la pornografía sería una especie de objeto sustituto mediante el cual las personas canalizan los comportamientos que no son permitidos en la sociedad.
En el estudio en cuestión se analizó el caso de la República Checa. Vale aclarar que en este país, entre los años 1948 y 1989 la pornografía estaba penalizada pero a partir del 1990 se liberalizó totalmente. Los investigadores simplemente monitorizaron la cantidad de crímenes de motivo sexual que se habían cometido. Para ello accedieron a los archivos del Ministerio del Interior y recopilaron los datos de intentos de violación y violaciones así como asaltos sexuales y abusos de menores. ¿Cuáles fueron los resultados?
Los abusos sexuales a menores disminuyeron drásticamente y no se reportó un aumento en el resto de los delitos sexuales desde que se liberalizó la pornografía explícita. Estos resultados se corresponden con investigaciones realizadas en otros países como Canadá, Croacia, Hong Kong, Alemania y Dinamarca.
No obstante, esto no significa que la pornografía sea del todo positiva ya que el consumo de este tipo de materiales (sobre todo en personas con problemas psíquicos) podría fomentar la dependencia. De hecho, la asociación estadounidense Sex Addicts Anonymous afirma que existen entre 7 y 14 millones de norteamericanos que sufren de algún tipo de dependencia sexual promovida por la pornografía.
La faceta más negativa de la pornografía viene señalada en el libro “The social cost of pornography” donde se afirma que:
- Las personas que consumen frecuentemente material pornográfico creen que su vida sexual será mejor pero al final terminan sufriendo problemas para relacionarse con su pareja y trastornos como la Eyaculación Precoz.
- Las mujeres que saben que sus esposos consumen pornografía se sienten traicionadas y enfadadas, disminuyendo su confianza en la pareja.
- En un análisis que comprendió a 1.600 abogados estadounidenses pudo apreciarse que el 56% de los casos de divorcios que se le presentaron reconocían tener un interés obsesivo por los sitios web de contenido pornográfico y esta era una de las causas de la separación.
Obviamente, la mayoría de los filmes pornográficos muestran una realidad que se encuentra lejana de la vida común y la mujer asume un papel “cosificado”. Esto hace que cuando las personas deseen trasladar lo que han visto a su vida cotidiana, encuentren serias trabas y problemas de pareja.
Así, como puede apreciarse, los estudios sobre las consecuencias personales y sociales de la pornografía difieren pero no hay necesidad de continuar realizando un mayor número de investigaciones en este ámbito porque las conclusiones son evidentes: la pornografía (igual que Internet o los medicamentos) pueden tener limitados efectos positivos pero el mal uso que se realiza de ella o su consumo en exceso resulta perjudicial.
Fuentes:
- Eberstadt, M. & Layden, M. A. (2010) The social costs of pornography. A statement of findings and recommendations. New Jersey: Witherspoon Institute.
- Diamond, M.; Jozifkova, E. & Weiss, P. (2010) Pornography and Sex Crimes in the Czech Republic. En: Universidad de Hawai.
Escrito por Jennifer para Rincón de la Psicología.
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