Todo lo que queda fuera de esta norma: homosexualidad, masturbación, sexo oral, anal, etc. Han sido relegadas históricamente al terreno de la patología, el trastorno o la perversión. Siento este uno de los dispositivos más potentes para convertir la sexualidad como algo prohibido, pecaminoso y desconocido.
Aunque esta percepción, en algunas partes del mundo, ha cambiado bastante existen todavía vestigios de esta cultura “castradora de la sexualidad” como fuente de placer, salud y bienestar. En este sentido, la masturbación entendida como una práctica prohibida, pecaminosa y pervertida con el paso del tiempo ha adquirido un carácter más permisivo y más positivo, aunque también tiene sus sombras ya que sigue tratándose como una práctica de segundo orden, de la que no se habla demasiado (sobre todo en el caso de la masturbación femenina), existe mucho desconocimiento o directamente se trata como una práctica a la que se recurre cuando no existe una pareja.
Además, al igual que pasa con otros muchos aspectos de la sexualidad, la consideración social y personal que hemos adquirido sobre la masturbación es diferente según sea masculina y femenina, siendo una práctica más censurada para mujeres que para hombres. El deseo y las necesidades sexuales de las mujeres han sido tradicionalmente invisibilidadas, rechazadas y censuradas. Aún en la actualidad es muy raro encontrar a chicas jóvenes que reconocen abiertamente que se masturban, no así los chicos jóvenes que por el contrario lo exhiben como algo no solo normal sino positivo.
La educación y socialización de las mujeres y niñas sigue estando acompañada de mensajes sexistas que transmiten una imagen muy negativa de aquellas mujeres que se muestran sexualmente activas y disfrutan de su cuerpo y sexualidad. Estos mensajes machistas refuerzan el tratamiento de la sexualidad como algo tabú y negativo, resultando devastadores para el buen desarrollo del autoerotismo y el autoplacer de las mujeres.
Por eso, frente a tanto prejuicio, mito y falsas creencias. Desde educación sexual queremos defender una imagen positiva de la masturbación que nos permita disfrutarla para aprovecharnos de sus beneficios, que los tiene y muchos.
En concreto, a través de la masturbación, se fomenta que cada vez más mujeres se apropien de su cuerpo, tengan un mayor conocimiento de este y experimente con él. Aumentado su capacidad para el autodisfrute y el placer. Para ayudar queremos compartir algunas de las técnicas que las mujeres utilizan para masturbarse ofreciendo ideas y posibilidades para quien quiera probar. ¡Que lo disfrutéis!
TÉCNICAS DE MASTURBACIÓN FEMENINA
Existen tantas formas de masturbarse como personas, de manera que cualquier intento de enumerar las maneras o técnicas existentes en las que las mujeres podemos masturbarnos resultará algo limitado frente a la realidad tan diversa que existe, sin embargo vamos a intentaros daros algunas ideas.
La estimulación del Clítoris y la vagina acariciando o frotando el clítoris y alrededores es la forma más popular de autoerotismo femenino. (El 78% de las mujeres teniendo en cuenta las cifras del Informe Hite). Generalmente se lleva a cabo con las manos, o con los dedos pero también con vibradores. Eso sí, existen infinidad de variantes en posturas, iintensidades y objetos usados.
En este vídeo sobre masturbación femenina, realizado por tres alumnas de Grado de Enfermería de la Universidad Rey Juan Carlos. 2011, nos muestran algunas de estas modalidades:
- Estimulación clitoriana directa.
- Sobre los labios vaginales.
- Sobre la ropa.
- Con movimiento rotativo.
- Estimulación clitoriana con penetración vaginal intermitente.
- Estimulación con penetración vaginal continua.
- Estimulación con penetración vaginal al orgasmo.
- Estimulación palmar: talón en clítoris y dedos en vagina.
- Estimulación clitórico/vulvar tumbada sobre el vientre.
- Penetración vaginal acostada acostada sobre el vientre.
- Estimulación clitoriana empujando objeto suave. Se trata de frotarse con una almohada, cojín o bulto de ropa. Acostada y con el movimiento de tus caderas de forma que el objeto suave presione tu clítoris.
- En suspensión: empujando contra objeto. Por ejemplo el brazo de un sofá o cualquier otro mueble contra el que poder restregarse.
- Estimulación del punto G. La introducción de los dedos o de un dildo en la vagina puede ayudar a ubicarlo y estimularlo.
- Estimulación clitoriana con chorro de agua. Puedes seleccionar un chorro de la ducha y dirigirlo hacia tu clítoris dejando que caiga el agua incluso alternando con diferentes temperaturas.
- Estimulación anal. El ano es igualmente una zona muy sensible que puedes estimular usando los dedos o juguetes y con ayuda de lubricante para facilitar.
- Estimulación del clítoris, la vulva o cualquier otra parte de tu cuerpo con una pluma, un pincel o con tejidos u objetos de distintas texturas.
Fuente: clinicasabortos.com
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