viernes, 23 de mayo de 2014

Turismo sexual: ¿De qué se trata?


© Depositphotos.com/Smithore

Parece que el turismo sexual está de moda últimamente. Esto no es algo nuevo, sino que comenzó hace décadas. En la actualidad podríamos hablar de un turismo sexual menos ético en relación a la prostitución y la trata de personas, pero también de otro más positivo relacionado con conocer gente y con la búsqueda de experiencias nuevas. 

Turismo sexual: ¿De qué se trata? 

Existen muchos tipos de turismo. En los últimos años ha habido una expansión en este concepto que ha creado distintos estilos de viajar según la intención que tenga el propio viajero. 

Así, por ejemplo, hoy conocemos el turismo rural, más centrado en el mundo de la naturaleza; el turismo gastronómico, si deseas viajar a lugares con una gran tradición en su comida; o incluso el turismo aventura, que acerca a la persona a actividades deportivas de riesgo. 

Y en este auge de los diferentes estilos de turismo sobresale uno por encima de los demás, sobre todo en cuestiones de legalidad y moralidad: el turismo sexual. 

¿Qué es? Se trata de viajar a un lugar con la única intención de tener relaciones sexuales. A simple vista no tendría por qué ser algo negativo o inmoral; el problema aparece cuando no se cumplen los derechos de las personas y se trata con un mundo totalmente inhumano. 

El sexo como negocio 

Ése es el caso de la prostitución, la trata de personas y el sexo con menores de edad. En diversos países, como algunos del sudeste asiático o Centroamérica, la ley no actúa frente a la explotación con menores, por lo que la prostitución infantil se convierte en un reclamo para algunos turistas que buscan relaciones sexuales con menores. 

Lo mismo ocurre con la prostitución con adultos en muchos otros países del mundo, en ocasiones aceptada y totalmente legal, con lo que el sexo se convierte en un negocio que no sólo trata con dinero, sino también con personas. 

Estos turistas buscan concretamente estos países en los que no existen penas para sus delitos, o donde la edad de consentimiento sexual es menor, en ocasiones escapando de su propio país con la intención de ocultarse. 

Ni qué decir tiene que todo lo relacionado con la explotación de personas con fines sexuales, a menudo a base de amenazas o chantajes, y sobre todo la negación de la ética y los derechos humanos, son cosas que hay que rechazar por completo. 

Muchas organizaciones se centran en la lucha contra este horrible negocio, pero tristemente aún hay mucho que hacer al respecto. 

No todo es negativo 

Está claro que este primer tipo de turismo sexual queda catalogado como inmoral, poco ético o incluso inhumano. Pero muchas personas realizan otro tipo de turismo sexual que nada tiene que ver con el primero. 

Se trata de aquellos turistas que viajan buscando países cuyos habitantes tienen unos rasgos que les resultan más atractivos, o a quienes les excitan los países con climas más calurosos y exóticos, o simplemente a quienes buscan más emoción y novedad en sus experiencias. 

Quizá no se trate de turismo sexual propiamente dicho, sino de una forma de viajar con la intención de conocer a gente nueva y tener la posibilidad de mantener relaciones sexuales en otros países y cumplir ciertas fantasías personales. 

Obviamente, esta forma de viajar en busca del sexo estaría totalmente en contra de los aspectos ilegales e inmorales anteriormente explicados. 

Si tu intención es buscar un turismo sexual como el primer caso, piensa en todo lo que eso significa y todo lo que contribuye a la negación de los derechos humanos. Quizá con eso se te quiten las ganas. 

Pero si buscas simplemente nuevas experiencias sexuales, dejando a un lado la ilegalidad e inmoralidad, no lo dudes. 

Por tanto, si te ves estancado en tus relaciones sexuales, quieres darles un gran cambio y eres de los que están abiertos a nuevas experiencias, plantéate esta nueva opción en tu vida.


Publicado en: Portal del Hombre
 

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